Pocos destinos tienen tanto encanto como un viaje a la región vinícola más pintoresca de Sudamérica. Recorrer los viñedos en bicicleta es una fabulosa forma de relajarse.
Se parte de Mendoza, en las laderas de los Andes. Alrededor de la ciudad hay viñedos. Puede practicarse rafting en aguas bravas y esquí, y el Aconcagua, el pico más alto del hemisferio occidental, no queda demasiado lejos.
Al amanecer se toma un autobús hasta San Rafael, donde se puede alquilar una bicicleta y visitar las bodegas locales. Esta zona también alberga el cañón del Atuel. Se regresa al norte hasta San Juan para probar el vino syrah y sus blancos. Allí se pude alquilar un automóvil para ir al oeste, hasta la etérea Barreal, donde se puede hacer rafting, alpinismo y carrovelismo, y luego seguir hacia el norte para explorar las remotas aldeas tradicionales de Rodeo, Huaco y San José de Jáchal.
Lo último es gozar los paisajes del Parque Provincial Ischigualasto y el Parque Nacional Talampaya, con espectaculares formaciones rocosas, petroglifos y fósiles de dinosaurios.