Las uvas cabernet y carmenere son las variedades más características del valle de Colchagua, una agostada parcela de tierra que se ha convertido en la principal región de Chile para catar vinos. Enófilos y gastrónomos se sorprenderán de las bodegas, los bistrós y los lujosos alojamientos del valle. Para blancos florales y tintos de producción masiva hay que salir de Santiago y visitar los valles de Casablanca y Maipo antes de viajar al sur y probar unos cuantos tintos sin pretensiones en el valle del Maule.