Los tubos son poderosos en las dos capitales del surf del norte de Chile, Iquique y Arica. Todo el año llegan hordas de surfistas atraídos por las olas constantes. Son olas enormes, huecas y casi todas de izquierda, del tipo que rompen las tablas, sobre todo en julio y agosto, cuando los surfistas expertos la invaden. Es necesario llevar botas y traje de neopreno, pues los arrecifes están plagados de erizos de mar y la corriente de Humboldt enfría el agua.