La asombrosa Barichara probablemente sea la localidad colonial más pintoresca de Colombia: sus tejados de color naranja oxidado, sus simétricas calles adoquinadas, sus paredes encaladas y sus balcones adornados con macetas contrastan con un verde telón de fondo andino de película. Barichara es una auténtica maravilla con un ritmo pausado –su nombre significa “lugar de relajación” en el dialecto regional guane– y no resulta nada raro acabar paseando por sus calles como un sonámbulo deslumbrado por su belleza.