Explora lo mejor en viajes 2024
Encaramado en un precipicio, este enorme complejo del s. VII sigue estando ocupado por unos cuantos monjes caldeos, con lo cual hay una amplia sección de acceso restringido. No obstante, se pueden visitar la capilla, presentar respetos ante la tumba de Abba Gabriel Danbo (quien revitalizó el monasterio tras ser abandonado en el s. XIX) y explorar la red de túneles, cuevas y santuarios, accesible desde el fondo de la capilla. En los despeñaderos circundantes hay pequeñas cuevas, algunas ocupadas en su día por santuarios.