Historia de Kazajistán

Kazajistán como entidad única con fronteras definidas fue una invención del régimen soviético en la década de 1920. Antes, la gran mayoría de este territorio era parte de los dominios de pastores nómadas a caballo que se extendían por la estepa eurasiática. Unas veces, algunos de sus distintos pueblos caían bajo el influjo de potencias regionales o continentales; otras, los dejaban que se las apañaran entre ellos. A partir del s. IX más o menos el lejano sur entró en la esfera de las civilizaciones estables de la Ruta de la Seda de Transoxiana (la zona entre los ríos Amu-Daria y Sir-Daria). En el s. XV, en el sureste de Kazajistán surgió un pueblo que podría identificarse con los kazajos. Con el tiempo, llegaron a cubrir un territorio casi como el del país actual, aunque una parte la seguían gobernando desde fuera y/o estaba ocupada por otros pueblos. Las fronteras del Kazajistán soviético excluían algunas zonas de población kazaja e incluían otras con poblaciones no kazajas.

Primeros pueblos

Los primeros años de la historia de Kazajistán se caracterizan por una confusa procesión de pueblos nómadas, en su mayoría procedentes del este, que dejaron pocas huellasHacia el año 500 a.C. se asentaron en el sur de lo que hoy es Kazajistán los sacas, parte de una vasta red de culturas escitas nómadas que se extendían por las estepas desde el Altái hasta Ucrania. Los sacas dejaron muchos túmulos funerarios, en algunos de los cuales se han hallado fabulosas joyas de oro, a menudo con motivos animales (en los museos del país se exponen muchos ejemplos). El más espléndido de todos es el Hombre de Oro, los restos de un guerrero engalanado que se han convertido en símbolo nacional.

A partir del 200 a.C., los hunos, seguidos por varios pueblos túrquicos, llegaron a lo que hoy es Mongolia y el norte de China. Los primeros túrquicos dejaron las balbals, unas estelas antropomórficas con imágenes de jefes venerados ubicadas en lugares sagrados y funerarios, y hoy expuestas en muchos museos. Desde el 550 hasta el 750 la mitad sur del actual Kazajistán fue el extremo oeste del imperio de los kökturk (“turcos celestiales”) originarios de Manchuria.

A partir de mediados del s. IX, el lejano sur quedó bajo el influjo de la dinastía de los samánidas, con sede en Bujará; ciudades como Otrar y Yasy (Turkestán) florecieron gracias a la agricultura y al comercio de la Ruta de la Seda. Los túrquicos karajánidas de la estepa meridional kazaja expulsaron a los samánidas a finales del s. X, asimilaron sus costumbres sedentarias y levantaron algunas de las construcciones más antiguas (en Taraz y alrededores) que han llegado hasta hoy.

Gengis Kan

Hacia 1130, los karajánidas fueron reemplazados por los kitán, un pueblo budista de Mongolia y el norte de China. El estado kitán, conocido como kanato de Karakitay, se extendía desde Sinkiang hasta Transoxiana, pero a principios del s. XIII las potencias nacientes a ambos extremos se apoderaron de él. Al oeste, Transoxiana cayó en 1210 a manos del imperio de Corasmia, con sede en la ciudad homónima, al sur del mar de Aral. Al este, Gengis (Chinggis) Kan envió un ejército para aplastar a los kitán en 1218 para luego centrarse en el imperio de Corasmia, que de forma imprudente había mandado asesinar a 450 mercaderes suyos en Otrar. El mayor ejército mongol visto hasta entonces (unos 200 000 hombres) saqueó las ciudades de Otrar, Bujará y Samarcanda, y luego puso rumbo a Europa y Oriente Medio. Asia central se convirtió en parte del Imperio mongol.Con la muerte de Gengis Kan en 1227, su enorme imperio se dividió entre sus hijos. Las tierras más lejanas del corazón mongol (norte y oeste del mar de Aral) quedaron en manos de los descendientes de su hijo mayor, Jochi, y conformaron la llamada Horda de Oro. El sureste del actual Kazajistán formaba parte del kanato de Chagatai, los territorios que heredó el segundo hijo de Gengis Kan, Chagatai. A finales del s. XIV, el extremo sur del país fue conquistado por los timúridas de Samarcanda, artífices del mausoleo de Yasaui en Turkestán, uno de los mayores edificios supervivientes de la Ruta de la Seda de Kazajistán.

Los kazajos

La historia de los kazajos empieza con los uzbekos, un grupo de mongoles islamizados cuyo nombre deriva del líder Özbeg (Uzbeg), que pasaron a controlar gran parte de la estepa kazaja cuando se desintegró la Horda de Oro en el s. XV.

En 1468 una disputa interna dividió a los uzbekos en dos grupos. Los que quedaron al sur del Sir-Daria gobernaron desde Bujará como dinastía shaybánida y con el tiempo dieron nombre al Uzbekistán moderno. Los que quedaron al norte mantuvieron el estilo de vida nómada y adoptaron el nombre de kazajos, de la palabra túrquica que significa “jinete libre” o “aventurero”. El kanato de los kazajos resultante fue una confederación de pueblos nómadas que para el s. XVIII ya se extendía por casi todo el sur, el oeste y el centro de lo que hoy es el país, descendientes de los mongoles y de los primeros habitantes túrquicos.

Los kazajos se agruparon en tres las hordas (sus) con que aún hoy se identifican: la Mayor del sur; la Mediana del centro, norte y este; y la Menor del oeste. Cada una estaba gobernada por un kan y englobaba varios clanes cuyos líderes ostentaban el título de axial, bi o batyr.

El kanato de Zungaria, formado por un beligerante clan mongol, los oirates, sometió el este de Kazajistán entre 1690 y 1720 en lo que los kazajos denominan el Gran Desastre. Ablai Kan, un líder de la Horda Mediana que intentó unificar la resistencia kazaja frente a los oirates después de 1720, acabó siendo elegido kan de las tres hordas en 1771, pero para entonces estaban a punto de convertirse en vasallos de Rusia.

La llegada de los rusos

La expansión rusa por Siberia se topó con el kanato de Zungaria, contra quien habían construido una serie de fuertes a lo largo de la frontera norte kazaja. Los kazajos buscaron la protección del zar ante los oirates y los kans de las tres hordas juraron lealtad a la Corona rusa entre 1731 y 1742. Poco a poco Rusia amplió su “protección” de los kanatos hasta anexionarlos y abolirlos, pese a las continuas revueltas kazajas. Según algunos cálculos, de los cuatro millones de kazajos, uno murió en las rebeliones y hambrunas anteriores a 1870. Mientras, la abolición de la servidumbre en Rusia y Ucrania en 1861 fomentó el traslado de colonos campesinos a Kazajistán.

El relevo y ‘desarrollo’ comunista

En el caos posterior a la Revolución bolchevique de 1917, el partido nacionalista kazajo, Alash Orda, intentó establecer un gobierno independiente con sede en Semey. Con la guerra civil rusa extendiéndose rápidamente por Kazajistán, Alash Orda acabó aliándose con los bolcheviques, que salieron victoriosos en 1920, aunque luego el Partido Comunista de Kazajistán (PCK) se desharía de los miembros de Alash. Mientras, varios cientos de miles de kazajos escaparon a China y otros lugares.

El siguiente desastre que azotaría a los kazajos fue el fin de la vida nómada, entre 1929 y 1933. Con el Gobierno soviético, el mayor pueblo seminómada del mundo se convertía en un colectivo de granjeros sedentarios, un escalón más en el ascenso de la ‘evolución’ marxista. No acostumbrados a la agricultura y con unas tierras no aptas para los cultivos intensivos, cientos de miles murieron de hambre y enfermedad.

Durante las décadas de 1930 y 1940 llegaba cada vez más gente de otras partes de la URSS (deportados y obreros) a los campos de trabajo y a las nuevas localidades industriales de Kazajistán. Durante la II Guerra Mundial, pueblos enteros de zonas occidentales de la URSS fueron obligados a trasladarse. En cuestión de gulags, solo Siberia era más famosa que Kazajistán. Otros 800 000 inmigrantes llegaron en los años cincuenta, cuando Nikita Khrushchov decidió implantar el programa de las Tierras Vírgenes y arar 250 000 km2 de estepa septentrional kazaja para cultivar trigo.Los campos de trabajo tocaron a su fin a mediados de esa misma década, pero muchos supervivientes se quedaron y más rusos, ucranianos y habitantes de otras nacionalidades soviéticas llegaron para trabajar en las industrias del carbón, hierro y petróleo de Kazajistán. La proporción de kazajos en el país se redujo a menos del 30%.

Durante la Guerra Fría, la URSS decidió que Kazajistán estaba lo bastante ‘vacío’ y ‘alejado’ como para establecer en él su principal zona de ensayos nucleares, el Polígono de Semipalatinsk. En 1989, el país protagonizó el primer gran movimiento popular de protesta de la URSS: el Movimiento Nevada-Semey (Semipalatinsk), que forzó el fin de las pruebas nucleares.

Kazajistán independiente

Nursultan Nazarbayev empezó a medrar en el PCK en los años setenta. Se convirtió en primer secretario del partido en 1989, y desde entonces gobierna el país. En 1991, no vio con buenos ojos la disolución de la URSS y Kazajistán fue la última república soviética en declarar su independencia. Las elecciones multipartidistas de 1994 conformaron un Parlamento que obstaculizaba las reformas de libre mercado de Nazarbayev, por lo que en 1995 lo disolvió y convocó unos nuevos comicios que le dieron una cámara favorable. Poco después, una mayoría abrumadora en un referéndum amplió su mandato presidencial hasta el año 2000.

En 1997, trasladó la capital kazaja de Almaty a Astana, por aquel entonces una ciudad septentrional mediana, argumentando que era una localidad más céntrica y menos propensa a terremotos, y una mayor cercanía a Rusia. Astana se ha convertido en una capital moderna, con nuevos y espectaculares edificios, y es la pieza clave de la visión del presidente de un Kazajistán como centro político y económico eurasiático, aunque algunos critican el nepotismo y el favoritismo entre sus clanes.

El programa económico de Nazarbayev se basaba en desarrollar los ricos recursos minerales del país. Las empresas occidentales pagaban cuantiosas sumas por hacerse con una porción de las grandes reservas de gas y petróleo de Kazajistán, y a principios del s. XXI la economía del país crecía un 9-10% año tras año, lo que sirvió a Nazarbayev para
mantener su popularidad y conservar la paz entre los grupos étnicos. En 1999 el presidente se aseguró la victoria en unas nuevas elecciones generales tras prohibir la candidatura del principal líder de la oposición, Acechan Kazhegeldin. Nazarbayev logró otros siete años en el cargo en el 2005; y luego, en el 2011, con más del 90% de los votos a su favor. A menudo despedía o encarcelaba a sus críticos y rivales políticos, y en dos casos, en el 2005 y el 2006, incluso se los encontró muertos de un tiro. El Gobierno negó cualquier relación con las muertes.

 

Tienda

Un recorrido por más de 200 libros de viaje para descubrir todos los países del mundo.