Construido, dañado, demolido, reconstruido y restaurado varias veces antes de recibir su forma actual gracias al emperador Akbar en 1566, este fuerte mogol es la estrella del casco antiguo de Lahore. Cuando no se llena de visitantes, posee un sugerente aire de abandono, y aunque menos elaborado que los mejores fuertes de la India, sigue siendo un lugar fabuloso. El Shish Mahal (palacio de Espejos), construido para la emperatriz y su corte, está decorado con espejos en su interior estucado. Igual de impresionante es el pabellón de mármol de Naulakha, suntuosamente decorado con pietra dura, mosaicos de diminutas piedras preciosas que forman complejos motivos florales. Al atravesar la puerta de Alamgiri, el viajero puede imaginar el increíble espectáculo de los miembros de la casa real desfilando a lomo de los elefantes.