Desde las antiguas shophouses de madera de Chiang Khan hasta las cascadas del Parque Nacional del Pha Taem, el espléndido arco que traza el río Mekong al noreste de Tailandia es un filón de cultura y paisajes. Se puede seguir su curso en un autobús, en un barco de popa larga y hasta en bicicleta, mientras se disfruta de las influencias cruzadas de tailandeses y laosianos en los pueblos de pescadores, del curioso parque escultórico de Nong Khai y de las pinturas rupestres de Ubon Ratchathani. Este poco visitado entorno recompensa al viajero con anécdotas de verdad.