Laos

Escrito por
Lonely Planet

3 Septiembre 2024
3 min de lectura
© Matyas Rehak/Shutterstock
Ciudad de Naxay, en la provincia de Phongsali.
El sureste asiático es famoso por sus lentos y decrépitos ferrocarriles que atraen tanto a viajeros pausados como a vídeo-blogueros. No obstante, mientras sus vecinos avanzan casi sin cambios desde la década de 1970, Laos ha inaugurado una red ferroviaria internacional de alta velocidad que conecta sus tranquilas llanuras con la bulliciosa provincia de Yunnan, en el suroeste de China. Este "transasiático" puede competir con el avejentado y de difícil acceso Transiberiano, pues ofrece trenes cómodos, billetes baratos, clima subtropical y un sinfín de lugares de interés turístico a lo largo del trayecto.  

Imprescindible

  • Visitar, en Vientián, el templo Pha That Luang y Patuxai, una recreación del Arco de Triunfo de París que recuerda el pasado colonial de Laos.
  • Desembarcar en Luang Prabang para ver la cascada de Kuang Si, el casco antiguo y la ceremonia de entrega de limosnas en la calle Sisavangvong al amanecer.
  • Pasear por el complejo del templo Dorado, en las afueras de Kunming, para explorar sus espacios religiosos, parque forestal, jardín botánico y museo al aire libre.
  • Ver el espectáculo Dynamic Yunnan en el teatro Yunnan Yingxiang, un fabuloso musical que muestra la historia y la vida de las minorías étnicas del suroeste de China.
Image
Cascadas de Kuang Si, sencilla excursión de un día desde Luang Prabang. David Maki Photography/Shutterstock ©

Cascadas de Kuang Si, sencilla excursión de un día desde Luang Prabang. David Maki Photography/Shutterstock ©

Aventura ferroviaria China-Laos

Dado el sempiterno atractivo del sureste asiático tanto para viajeros como para mochileros, la tendencia de buscar aventuras por rutas menos conocidas ha hecho que la región dude sobre su popularidad en el futuro. Por suerte, esta nueva maravilla de la ingeniería, que conecta la región con los vastos y épicos paisajes del sur de China, puede ser el próximo viaje ineludible en la zona.  

Los 1035 km del ferrocarril China-Laos son mucho más que un simple viaje en tren. Con paradas de subida y bajada libre, conecta algunas maravillas culturales y naturales de Asia relativamente desconocidas. Esta ruta constituye una experiencia esencial para quienes desean evitar el gentío y presumir de haber ido "antes de estar de moda" y de la ampliación prevista de la línea por Tailandia, Malasia y Singapur. 

Image
El dorado Wat Ho Pha Bang acoge la imagen de Buda de la que Luang Prabang toma su nombre. Suthikait Teerawattanaphan/Shutterstock ©

El dorado Wat Ho Pha Bang acoge la imagen de Buda de la que Luang Prabang toma su nombre. Suthikait Teerawattanaphan/Shutterstock ©

Aparte de los beneficios sostenibles que implica viajar en tren, los acogedores vagones y los prácticos horarios hacen que se trate de una opción excelente para quienes buscan una aventura genuina. 

Ciudades similares

Ya se suba en Yunnan en dirección al sur o en Vientián, la capital de Laos, el tren de alta velocidad, que se desplaza con suavidad, ofrece algunas de las mejores vistas de la región en su paso veloz por imponentes montañas, vastos arrozales y encantadoras ciudades chinas que muestran una cara de Asia más tranquila y menos visitada por turistas foráneos. Cada parada es todo un mundo en sí mismo. Las ciudades de los extremos de la línea no podrían parecer más diferentes, pero en espíritu son similares. Vientián es un lugar único que equilibra la tradición con la modernidad bajo un gobierno budista-comunista. Kunming también rezuma un aire relajado y apacible, más propio del sureste asiático que de China. Se la conoce como la "ciudad de la primavera" por su clima templado todo el año, que combina bien con sus bellos monumentos, cuidados espacios públicos, aguas termales, lagos y museos.

Image
El Patuxai, réplica del Arco de Triunfo de París, honra a los laosianos caídos en las guerras prerrevolucionarias, Vientián. Wuttichok Panichiwarapun/Shutterstock ©

El Patuxai, réplica del Arco de Triunfo de París, honra a los laosianos caídos en las guerras prerrevolucionarias, Vientián. Wuttichok Panichiwarapun/Shutterstock ©

Vistas fugaces poco conocidas

Viajando a 160 km/h por el tramo entre Vientián y Boten, el tren pasa por 162 puentes (dos cruzan el río Mekong y miden más de 1 km cada uno) y 72 túneles entre paisajes verdes y montañas vírgenes. El recorrido del tren también acerca a algunas de las ciudades antiguas menos visitadas pero más interesantes del país, como Luang Prabang, Oudomxai y Luang Namtha. Todas son dignas de pasar una noche si se dispone de tiempo suficiente.  

En Boten (Laos) o Mohan (China) se debe pasar por el control de inmigración antes de cruzar la frontera. Desde Laos se entra por la prefectura autónoma dai de Xishuangbanna, en el sur de China, y se pasa por Yuxi, Pu'ér y Kunming Sur antes de llegar finalmente a la capital de Yunnan. Este tramo consta de dos líneas, que reducen la velocidad al entrar en Yunnan, a unos 90 km de la terminal.

En su totalidad, el trayecto dura unas 10 h 30 min, incluido el tiempo que se pasa en aduanas e inmigración. Antes, el único transporte entre ambas ciudades era el autobús Kunming-Vientián, que tardaba más de 22 h. A los viajeros con un presupuesto ajustado les gustará saber que el billete del tren y el del autobús tienen precios muy similares. Quienes deseen evitar las multitudes deberían realizar este trayecto en el 2025, antes de que se abarrote de mochileros.

Tienda

Un recorrido por más de 200 libros de viaje para descubrir todos los países del mundo.