Como el gran escenario mundial de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de verano del 2024, todos los ojos están puestos en París. Las contrarrelojes ciclistas rodarán por la ciudad; el vóley-playa y el fútbol para invidentes se jugarán bajo la Torre Eiffel; y los bailarines de breakdance bailarán al ritmo de los DJ en la plaza donde rodó la cabeza de Luis XVI en 1793. Con todo, como ciudad que se reinventa cada dos por tres –tiene una farmacia que receta libros, exposiciones flotantes de fotografía en el Sena y un rascacielos en forma de triángulo de cristal–, París alza el telón para mostrar un surtido de novedades más allá del ámbito olímpico que merecen toda la atención.
¿Qué no te puedes perder?
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Observar el arte moderno de la Collection Pinault en la Bourse de Commerce, un antiguo mercado de cereales y bolsa.
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Buscar tesoros escondidos en los rastros y comer en la zona gourmet del Marché aux Puces de St-Ouen.
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Pasear por el centro urbano para admirar el paisajismo del s. XVII y los nenúfares de Monet en los murales del Jardin des Tuileries.
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Socializar con los locales en el hiptser 11e o en la mayor granja urbana de Europa en el 15e.
Otra perspectiva
Los Juegos Olímpicos son una oportunidad única para ver iconos mundialmente famosos –el Sena, la Torre Eiffel– desde otra perspectiva y observar como la capital francesa vuelve a hacer historia: fue en París en 1900 donde las mujeres compitieron por primera vez en los Juegos, y la igualdad de género se anotará otro tanto esta vez con la paridad entre atletas masculinos y femeninos.
Otoño en el jardín de las Tullerías. © Ekaterina Pokrovsky/Shutterstock
París también se presenta con cuatro nuevas disciplinas olímpicas: monopatín, escalada deportiva, surf y breakdance. Barrios tildados de insalubres tienen un nuevo caché como sedes de la Villa Olímpica (dividida entre los poco conocidos Saint-Denis, Saint-Ouen-sur-Seine y L’Île-Saint-Denis).
Nueva oferta cultural
Tras las grandes inauguraciones de varios museos el pasado año –Musée National de la Marine, Maison Gainsbourg, Quai de la Photo, Cité de l’Histoire at La Défense y, para los fans de las matemáticas, La Maison Poincaré– todas las miradas están puestas en Notre Dame. Cerrada desde el 2019 tras un devastador incendio, la emblemática catedral, con sus sublimes rosetones y campanarios, reabrirá sus puertas –si todo va bien– en el 2024.
Catedral de Notre Dame de París. © Viacheslav Lopatin/Shutterstock
El sarao arquitectónico continúa en el Grand Palais, sede olímpica de primer orden, con su techo de cristal art nouveau más impresionante que nunca tras una reforma de 466 millones de euros. Los amantes del arte contemporáneo adorarán la nueva sede de la Fondation Cartier, muy cerca del Louvre, en el histórico Louvre des Antiquaires (1852): es la atracción estrella del año.
Puente de Alexander III y el Gran Palacio al fondo. © HUANG Zheng/Shutterstock
Una vida más verde
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, sigue apostando por una ciudad más verde, con menos coches y menos polución. A partir del 2024 los vehículos diésel no podrán circular por París, al igual que el tráfico motorizado no esencial en el centro: una gozada para los visitantes que quieran pasear entre museos y boutiques en sitios como Le Marais y el Barrio Latino; y es que París inventó casi por si sola la flânerie (el paseo indulgente).
A los 1000 km de carriles bici que ya hay en la ciudad se les sumarán otros 60 km que conectarán las sedes olímpicas. En primavera, la línea 11 del metro llegará a Romainville, Montreuil, Noisy-le-Sec y Rosny-sous-Bois, lo cual facilitará los trayectos y abrirá el extremo noreste del área metropolitana a los viajeros curiosos que quieran descubrir barrios poco visitados que parecen pueblos.
Filarmonica Jean Nouvel de Paris en Parque de la Villette. HUANG Zheng/Shutterstock ©
Las zonas verdes brotan como setas tras la lluvia en azoteas y muros, como bosques urbanos o como granjas y jardines a la luz de la luna. En mayo arrancó la primera fase de una reforma de seis años para transformar los Campos Elíseos, ahora saturados de tráfico, en una gran avenida verde. El primer paso consistirá en plantaciones intensivas de árboles y la ampliación de las aceras. Y alrededor de la Torre Eiffel se construyen parques, estanques reflectantes y un anfiteatro. Que nadie se pierda el renovado Pont d’Iéna sobre el Sena, convertido en una romántica vía verde con unas vistas maravillosas.
Pont d'Iéna sobre el Sena. © M. Shcherbyna/Shutterstock