TOP 7 país #BestinTravel 2016
Polonia desafía a la recesión. Mientras el resto de Europa se sumía en el abatimiento, en este país crecía el turismo. Y seguirá creciendo, ya que Breslavia será Capital Europea de la Cultura en el 2016, Cracovia recibirá la visita del Papa para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud y las nuevas rutas aéreas a Szczecin, Katowice, Gdansk y Cracovia la pintan como un destino al alza.
Si hay un país con superpoderes en Europa, ese es Polonia. La nación desafió a la recesión que doblegó al resto de Europa y el turismo siguió creciendo. Los más escépticos dijeron que su suerte cambiaría tras la Eurocopa de Fútbol del 2012, de la cual fue sede. Pero no. Ahora los focos iluminan Breslavia, futura Capital de la Cultura Europea, las ciudades menos conocidas brillan por sus reformas y el turismo faunístico va al alza. Está claro que 2016 es el año para ponerle la guinda al pastel (o la voluta de śmietana a la sopa de remolacha).
Breslavia, la histórica capital de Silesia, ya tenía muchas razones para presumir. Su antiguo ayuntamiento, con torrecillas góticas que rematan una fachada de color mostaza, es uno de los edificios más bellos de Polonia. Y entre cervecerías al aire libre y campanarios, su puerto alberga una pintura monumental de 114 m de largo, el Panorama Raclawicka. Dos de los eventos más destacados durante la capitalidad cultural europea del 2016 serán un programa de residencia para promover artistas allende de sus fronteras y los días de músicas de mundo, que mezclarán influencias musicales de 50 países.
Cracovia también brillará con luz propia en el 2016 con la Jornada Mundial de la Juventud, cuando el Papa inaugure un calendario de celebraciones y activismo. El 90% de los polacos son católicos romanos y un evento de ese calibre puede pulverizar cualquier récord.
Y mientras las aerolíneas de bajo coste han expandido sus redes por toda Polonia, British Airways facilita el trayecto desde Londres con vuelos directos a Cracovia, Wizz Air abre rutas a Szczecin y Katowice, y Finnair prepara una ruta a Gdansk. Cualquier comentario condescendiente sobre lo bien que se las arregla este país exsoviético desaparecerá tan rápido como un chupito de wiśniówka (vodka de cereza).
Adentrarse 135 m en la mina de sal de Wieliczka y vivir una aventura inolvidable. En esta gruta, protegida por la Unesco, hay grabados en las paredes y lámparas de araña de sal. Otros puntos de interés subterráneos permiten conocer algunos de los mitos más pintorescos de Polonia: cuentan que bajo la colina Wawel de Cracovia yace la guarida de un dragón caído, mientras que en los túneles de tiza de Chelm se descubre a un legendario oso blanco, el emblema de la ciudad.
Cientos de bisontes vagan por el bosque de Bialowieża, pero lo más probable es que el primero de estos animales que vea el viajero sea el de la etiqueta de la legendaria botella de vodka polaco Źubrówka. Bialowieża, protegido por la Unesco, es lo que queda de un enorme bosque que ocupaba toda la llanura europea. Hoy, con 141 885 Ha y extendido hasta la vecina Belarús, es el hogar de unos 900 bisontes, la mayor parte de los cuales viven en la reserva polaca. También hay alces, lobos y linces.
Los viajeros de fin de semana que deseen ir más allá de Varsovia y Cracovia tienen mucho donde elegir. El aumento de visitantes que vive Lodz, con sus mansiones del s. XIX y los cafés de la calle Piotrkowska, hace que bulla de actividad con tanta reforma. Mientras, Szczecin sigue dando brillo a su casco antiguo y empieza a atraer a golfistas al vecino Binowo Park.
La música heavy-metal en Polonia genera cabeceos sincopados o caras de disgusto. Algunos de los artistas más destacados del país han cosechado éxitos mundiales, sobre todo los Behemot, que protestan alto y claro contra la mayoría religiosa de Polonia. Para algunos son los héroes de una Polonia nueva y más laica; pero para muchos otros son el terror de la nación. Sea como fuere, tras escucharlos, el viajero nunca volverá a identificar Polonia con las danzas tradicionales.
Los gnomos de Breslavia conmemoran el movimiento de los años ochenta Orange Alternative, un grupo anticomunista que se hizo famoso por el estilo absurdo de sus protestas, que incluían graffitis y manifestaciones con gorros de gnomos. Hoy, más de 300 figuras de gnomos saludan desde las esquinas y se mesan las barbas bajo las ventanas de las casas. A ese menudo ejército se han incorporado gnomos con bastón y sillas de ruedas, para llamar la atención por los retos a los que se enfrentan los habitantes con discapacidades de la ciudad.
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