Maestros chocolateros, colecciones de arte de primer nivel y –cómo no- una inmensa variedad de cervezas únicas, la capital de Bélgica es uno de los destinos más famosos, entre otras cosas por ser la sede además del Parlamento Europeo, pero hay vida mucho más allá de la política en Bruselas. Y mucha.
Y si por amor al arte fuera, en Bruselas nunca saldríamos de un museo, sobre todo del fabuloso BELvue, que promete –y cumple- todo un recorrido por la propia Bélgica a través de una amplia selección de documentos que incluyen los grandes periodos de la historia. Una forma única de seguir los pasos del pasado del país hasta nuestro días. Y qué sería de la historia de este país en general y de esta ciudad en particular si no habláramos de su preciado chocolate. De ahí que otra de las visitas obligadas en Bruselas se la Choco-Story Bruselas. Este singular museo se encuentra ubicado en el centro de Bruselas, a pocos pasos de la famosa Grand Place, y está catalogado como Patrimonio de la Humanidad. Durante la visita también se ofrecen degustaciones de este preciado manjar belga y los más golosos tienen a su disposición una tienda donde hacer las delicias de toda la familia.
Tras esta dulce visita, es el momento de visitar la atracción más popular de la ciudad, el Atomium. Y es que este símbolo de Bruselas y de toda Bélgica, es hoy por hoy un monumento único, testigo de la Exposición Universal de 1958, cuya construcción solo debía durar unos meses pero que su popularidad hizo que lo mantuvieran… ¡y así hasta hoy! Su visita supone una experiencia de lo más surrealista caminando a través de tubos y esferas, 360 ° de vistas de Bruselas, además de una exposición permanente sobre la historia del edificio y diversas temporales. Como tip adicional, el Atomium cuenta con un restaurante ubicado a 95 metros de altitud, todo una experiencia gastronómica no apta para cardíacos.
Y como sabemos que tanta belleza da hambre, una curiosa sugerencia que realizar en Bruselas en formar parte en un taller de gofres, otro de los dulces populares de la ciudad y del país. Cada sesión tiene una duración de unos 90 minutos, y no se necesita ser ningún masterchef para cogerle el punto a su elaboración. Un original y delicioso plan que poder llevarse de vuelta a casa y sorprender con unos desayunos a la belga.
Chocolate, gofres, arte, gastronomía… ¿qué nos queda? Pues cumplir el sueño de todo viajero, descubrir los rincones más ocultos –o los puntos más populares- de la mano de un local. Y sí, por supuesto que en Bruselas también es posible cumplir este objetivo: un encuentro auténtico y gratuito con un autóctono. Conocido como ‘Greeter’, esta figura nos ayudará a vivir una experiencia turística única y sobre todo tremendamente personal gracias a su profundo conocimiento del destino y a un programa que por supuesto se elabora de forma conjunta validando gustos e intereses.
Que resulta prácticamente imposible aburrirse en Bruselas es algo evidente, pero es que además de la intensa agenda de actividades, visitas y lugares imprescindibles, se suma su inagotable agenda de eventos, desde los más clásicos a los más modernos. Uno de los más especiales es el Ommegang, ‘cuando Carlos V regresa a Bruselas’, uno de los más históricos y conocidos. En él se reúnen más de 1.400 figurantes la famosa Grand Place, y junto a ellos se desarrollan todo tipo de espectáculos ecuestres, un pueblo medieval, un concurso de tiro con ballesta, degustaciones de cervezas y mucho más. Es la recreación histórica del folclore belga que este año se celebrará el 5 y 7 de julio. Aunque si de folclore y sobre todo de espíritu belga hablamos, la Fiesta Nacional es uno de los eventos más especiales y queridos por los locales, que reciben al visitante con los brazos abiertos cada 21 de julio con un programa de celebraciones único bajo el brazo.
También la Grand Place, el corazón que hace latir a Bruselas, recibe este año el evento internacional conocido como Flowertime, un encuentro basado en el arte floral que se llevará a cabo del 12 al 15 de agosto 2016. Son cuatro espectaculares días en los que el Ayuntamiento de Bruselas se transforma en un auténtico jardín cuyas fotos no necesitarán ningún tipo de filtro para lucir de lo más coloridas.
Aunque si hay un evento especial que ningún viajero debería perderse, sin desmerecer a los demás, ese es El Palacio Real de Bruselas, que este verano abrirá sus puertas (de julio a septiembre de 2016) para recibir a los visitantes a través de visitas gratuitas. Y es que este solemne edificio, encargado por Leopoldo II al arquitecto Alphonse Balat, y finalizado en 1865, es uno de los monumentos más importantes del país y el hecho de poder deambular por sus salas, pasillos o escaleras monumentales convierten esta experiencia en algo único para el viajero. Como tip adicional, hay que prestar atención a las obras de Jan Fabre, Marthe Wéry y Dirk Braekman, además de la Sala del Trono. Imprescindibles. Como imprescindible es, -¡cómo no!- el Fin de Semana de la Cerveza, el emblema de Bruselas, que se celebra del 2 al 4 de septiembre también en la Grand Place. Una oportunidad única para beber y comer bien, ya que además la ciudad se llena de eventos relacionados con la gastronomía en numerosos restaurantes.
Y si quieres sentirte como un bruselense más, la Foire du Midi es la feria tradicional que más locales aglutina. Se trata de un evento muy festivo relativamente parecido a los que tenemos en España, con más de 120 atracciones, tiovivos, vendedores de helados, gofres y palomitas. Se lleva a cabo cada mes de julio y este año lo hará en el Boulevard du Midi, entre la Porte du Hal y la Porte d'Anderlecht.
Terminamos esta larga lista de eventos en Bruselas con el festival más importante del verano, el Brussels Summer Festival –el más ecléctico de Bélgica-, que se llevará a cabo del 5 al 14 de agosto. En este nueva edición. Conciertos de pop, rock, diferentes ubicaciones como la Place des Palais o la prestigiosa Sala de La Madeleine harán las delicias de los más alternativos y ‘culturetas’. Y es que en Bruselas, hay de todo y para todos. A la vista está.
Si todavía no te has convencido, te dejamos otro puñado de buenas razones para descubrir Bruselas.
