Consumo de calefacción, electricidad y aire acondicionado
Los buenos hoteles ecológicos emplean energía no conectada a la red (como paneles solares o turbinas eólicas), buenos aislamientos (por ejemplo, cristal doble), bombillas de bajo consumo y tarjetas magnéticas para controlar la electricidad y la climatización de la habitación.
Ahorro de agua
Una señal clara de que el hotel limita el gasto de agua es el uso de reductores de flujo en grifos y duchas, así como váteres de doble descarga y dispensadores de jabón recargables en vez de sobrecitos individuales en el baño. También señalan el enfoque sostenible de un hotel la sustitución de bañeras por duchas o la implantación de electrodomésticos de bajo consumo.
Comida de proximidad
Hay que averiguar si el hotel cultiva su propia fruta y verdura, compra a proveedores cercanos u ofrece alimentos de temporada, de proximidad y ecológicos.
Transporte ecológico
Los hoteles más avanzados fomentan el uso de medios de transporte con bajas emisiones: por ejemplo, cuentan con un servicio de enlace a las estaciones de trenes o autobuses cercanas, o bicicletas para los huéspedes. Algunos hoteles ya disponen de puntos de recarga para coches eléctricos y ofrecen descuento a los clientes que lleguen en este tipo de vehículos o en transporte público.
Jardines y materiales
Cada vez son más los hoteles que instalan sistemas de acumulación de lluvia, recuperación y reciclaje de aguas residuales o pre-tratamientos, y se ha generalizado la instalación de sistemas de riego eficientes y la selección de especies vegetales de acuerdo con el clima. Además, ya se reconoce la importancia de los pavimentos permeables que permiten el aprovisionamiento de acuíferos.
Hoteles con emisiones cero de carbono (carbon-neutral)
Cada vez es más fácil elegir como alojamiento un hotel comprometido con las emisiones cero de carbono. También hay más hoteles que siguen las directrices estándar para la certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental), que incluyen el uso de bombillas de bajo consumo de energía, los menús de origen local, programas de reciclaje y reutilización y una flota de bicicletas. Hay hoteles que van más allá e invitan ya a los viajeros a compensar su viaje mediante la compra de créditos de carbono, que ofrecen financiamiento a parques eólicos y proyectos de reforestación.
© Angela María Zuluaga Pérez
Compromiso con la comunidad local
Los buenos hoteles sostenibles son aquellos que dan a los huéspedes la oportunidad de entrar en contacto con la comunidad local y apoyarla en su desarrollo. De hecho, el turismo responsable es una de las mayores tendencias en los viajes y ya no es una opción de nicho. Hay hoteles y cadenas hoteleras comprometidas en el desarrollo de programas de educación, salud y nutrición. El eco-voluntarismo no tiene que ser el único fin de un viaje, pero mientras se hace surf o se descansa en la playa, se puede encontrar tiempo para colaborar en la plantación de árboles o trabajar para la comunidad local.
