Conocida como un destino cultural y de sol y playa, Malta ofrece una amplia oferta de deportes de aventura y actividades para disfrutar de la naturaleza. En los últimos años, la isla también ha ampliado su propuesta gastronómica que, al igual que su cultura, es un crisol de sabores e influencias, con ingredientes mediterráneos, pescado y conejo, entre otros.
Cada vez más merece la pena salir de los caminos más trillados y explorar algunos de los mejores sabores de la isla. En Senglea, apreciada especialmente por marisco, se está convirtiendo en uno de los destinos gastronómicos más importante de la isla. Y no es el único rincón que está experimentando un crecimiento en el turismo de amantes de la buena mesa. Los viajeros más gourmet pueden visitar viñedos y saborear pescado y marisco frente al mar, darse un festín de conejo o disfrutar de platos tradicionales como la minestra o la soppa ta-armla, que son ideales para veganos y vegetarianos.
Despensa de una casa maltesa. @visitmaltaes ©
¿Qué hay en las mesas maltesas?
Gracias a las influencias históricas y geográficas, la cocina maltesa es una mezcla creativa de sabores. En sus platos nunca faltan dos ingredientes mediterráneos básicos: el pescado y el conejo. Aunque sorprende al ser un archipiélago conocido por su pescado y marisco, el conejo, introducido por los fenicios, está presente en muchas mesas maltesas.
Cada vez hay más restaurantes de nivel e internacionales en Malta, incluyendo cinco restaurantes con estrella Michelin. Sin embargo, la tradición culinaria maltesa se mantiene firme con furgonetas de ultramarinos que paran por las mañanas en las plazas de los pueblos y panaderías que venden tentempiés y pan crujiente maltés las 24 h. Entre los mejores tentempiés se encuentra el Ħobż biż-żejt, rebanadas de pan con tomate y una mezcla de atún, y el ftira, el típico pan maltés redondo perfecto para hacer sándwiches.
Ftira, tentempié típico maltés. @visitmaltaes ©
El tentempié nacional es el 'pastizz', un paquetito de hojaldre de origen árabe relleno de queso ricota y perejil o de puré de guisantes con cebolla, que se come para desayunar, a media mañana, para almorzar y para merendar.
Para acompañar el menú, el vino local es excelente, aunque apenas se exporta. Se puede probar, por ejemplo, en Markus Divinus cerca de Dingli, o si se prefiere vinos naturales, en Mar Casar en Siggiewi.
Domingos de marisco en Marsaxlokk
Una de las mejores formas de disfrutar de la esencia culinaria maltesa es visitar el mercado de pescado dominical de Marsaxlokk, donde las familias se reúnen para disfrutar de un buen almuerzo. Esta lonja ocupa el bello paseo marítimo de la ciudad, con puestos rebosantes de pescado fresco y marisquerías que sirven spnotta (lubina), dott (pez piedra) y lampuki (parecido a la dorada). Asimismo, la vecina Marsaskala es otro sitio popular para comer en familia durante el fin de semana.
En el mercado de Marsaxlokk, los pescadores venden sus capturas recién llegados del mar directamente al público. El mercado comienza temprano por la mañana y al mediodía las mejores piezas ya se han vendido. Junto a los puestos de pescado se encuentran los del mercado del paseo marítimo, un mercadillo diario de artesanía, ropa y recuerdos, que dan aún más ambiente al lugar.
Casi toda la gente acude a lo mismo: comer en una de las alegres marisquerías con vistas al mar. Siempre están llenas de familias, pero solo hace falta dar una vuelta para encontrar algún buen sitio dónde comer.
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Stuffat tal-Fenek. © ALLEKO / Getty Images
Una buena ‘fenkata’
Siendo un país marinero famoso por el pescado y el marisco, parece extraño que el plato nacional sea el fenek (conejo). Este animal se convirtió en símbolo de la represión feudal cuando los caballeros de la Orden de Malta, para guardar suficiente caza, prohibieron que los campesinos lo comieran. Por si fuera poco, los conejos arruinaban los cultivos. Sin embargo, es el plato favorito de la isla, e incluso existe un nombre para los festines de conejo: 'fenkati'. Aunque estos festines se reservan para ocasiones especiales, como la fiesta de San Pedro y San Pablo el 29 de junio.
El conejo se puede comer de muchas formas: frito (fenek moquli), estofado (Stuffat tal-fenek), guisado con vino y ajo (Fenek bit-tewn u l-inbid)... y el menú se completa con muchos platos también de la tierra, como el bebbuk: caracoles hervidos con hiervas aromáticas marinados en pasta picante y con ajo, que se sirven con ensalada.
Un buen destino para vegetarianos
Los viajeros vegetarianos y veganos disfrutarán de la cocina maltesa, ya que abundan los platos a base de verdura con ingredientes de temporada como alcachofas, habas, coliflor y col. Sin embargo, suelen llevar caldo de carne o atún, por lo que es conveniente preguntar antes de pedir.
Dentro de la cocina tradicional, a los vegetarianos les puede gustar la soppa tal-armla (“sopa de la viuda”), que se elabora con ingredientes verdes o blancos, como coliflor, espinacas, endivias y guisantes, y la proteína la aporta un huevo pochado, el ġbejniet (queso de Gozo) y la ricota. La minestra es una sopa espesa de tomate, judías, pasta y verduras, más espesa y dorada que su versión italiana porque lleva calabaza.
Verduras en conserva. @ollygaspar y @hayleabrown ©
Festivales gastronómicos para paladares ‘gourmets’
No hay nada mejor que coincidir el viaje a Malta con alguno de los festivales gastronómicos que se suceden en la isla. Durante los meses de verano, en especial, los paladares gourmet disfrutarán de muchos eventos y mercados dedicados a la cocina maltesa e internacional.
En junio, el Malta International Wine Festival empieza la temporada de festivales con catas de vinos malteses e internacionales. En julio, el Farsons Beer Festival en Attard celebra la cocina con música, comida y cerveza Cisk Lager. En La Valeta, durante el mismo mes, acontece el mayor festival gastronómico de la isla, el Malta International Food Festival, que ofrece la oportunidad de degustar productos locales e internacionales, arropados por una gran programación de actividades y eventos. En agosto, uno de los viticultores más antiguos del país organiza el Emmanuel Delicata Wine Festival en los jardines superiores de Barraka, donde se pueden catar los vinos más deliciosos de la isla.
Y para los amantes del pescado, se puede probar el sabor del Mediterráneo en el Mir-Raħal tas-Sajjieda, un colorido festival del pescado que se celebra en Marsaxlokk el 11 de septiembre, con concursos de pesca y platos típicos. Es toda una invitación a sumergirse en la cultura local de los malteses.
Los mejores ‘pastizzi’ de Malta: Is-Serkin
Los pastizzi son el tentempié típico de Malta, y se cree que combinan influencias árabes y del sur de Italia. A los malteses les gusta saborear sus 'pastizzi' recién hechos con un 'te’fit-tazza' (vaso de té).
No es difícil llegar hasta estos codiciados tentempiés malteses. La pastizzeria favorita de Malta, Is-Serkin, se encuentra rápidamente por el pequeño grupo de gente que se reúne fuera, charlando y comiendo cerca de la puerta principal de Mdina, en Rabat. Es un clásico de su género: una tienda diminuta que vende pasteles de hojaldre crujiente en forma de rombo.
Este local es el más famoso de todos y tiene un apodo curioso, “Crystal Palace”, el nombre de un barrio de Londres. ¿Por qué? Resulta que abría las 24 h del día para los soldados británicos cuando el equipo de fútbol homónimo estaba en pleno apogeo; y más tarde sirvió a los granjeros locales que necesitaban un tentempié antes de ir a trabajar. Is-Serkin es el nombre de la familia que regentó el lugar durante 70 años (ahora está bajo otra dirección, pero no ha cambiado). En la actualidad, solo cierra un par de horas por la noche y se puede ver cómo los sacan del horno y los echan en una bolsita.
Pastizzi. Renata Apanaviciene/Shutterstock ©
Buenos sitios para darnos un homenaje
Algunas buenas recomendaciones para degustar los mejores sabores son las siguientes: El Tartarun, en Marsaxlokk, sirve marisco muy bien preparado, al igual que en Sandra & Noel’s Fish Shack, en Mgarr ix xini, escondido en una pequeña cala de Gozo. En Diar il-Bniet sirven cocina de km 0 en una granja familiar del pueblo de Dingli. En la Trattoria Da Pippo se pueden encontrar platos típicos de pescado fresco de La Valeta, con ocasionales cantos improvisados. Para cenas exquisitas, el De Mondion es una buena opción, con una estrella Michelin, en la azotea del palacio Xara, en la monumental Mdina.
En Vittoriosa se puede disfrutar del entorno de una bonita casa reformada en Blue House, y de unas buenas vistas, en primera línea de mar en Terrone. En Senglea está Le Regatta, un restaurante francés, para sentarse junto al mar y saborear cócteles y deliciosa cocina francesa mientras se pone el sol. Otros sitios excelentes en el paseo marítimo de Senglea son Il-Hnejja, Enchanté y AcquaBlu, todos con pescado y marisco fresco.
Para más información: Visit Malta - El sitio oficial de turismo de Malta, Gozo y Comino - Visit Malta.