Guggenheim Museum en Nueva York

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Autor de Lonely Planet
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Habitualmente abreviado como “el Guggenheim”, el Solomon R. Guggenheim Museum, uno de tantos emblemas neoyorquinos, es un museo de arte reconocido internacionalmente y uno de los iconos arquitectónicos más importantes del s. XX.

La cónica espiral blanca diseñada por el arquitecto Frank Lloyd Wright es probablemente más famosa que las obras que alberga en su interior, aunque entre ellas se encuentran creaciones de Kandinsky, Picasso, Pollock, Monet, Van Gogh y Degas; fotografías de Mapplethorpe; y destacadas obras surrealistas. Su principal reclamo, en cualquier caso, son las exposiciones temporales que ocupan su fotografiada rotonda central.

El Guggenheim es un centro cultural, una institución educativa y el principal nexo de una red internacional de museos. Aquí se viene a disfrutar de extraordinarias muestras de arte contemporáneo, ponencias de artistas y críticos, performances y proyecciones, amén de clases para adolescentes y adultos, y circuitos diarios encabezados por docentes del museo.

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El Guggenheim es un museo de arte reconocido a nivel mundial © Alexander Prokopenko/Shutterstock.

La historia del Guggenheim

El museo, inaugurado en 1939, recibió originalmente el nombre de Museum of Non-Objective Painting (Museo de Pintura No Objetiva) y lo creó la Solomon R. Guggenheim Foundation, una organización sin ánimo de lucro fundado por el magnate neoyorquino de la minería que le da nombre. Cuando alcanzó la madurez, este empezó a coleccionar arte abstracto con ayuda de Hilla von Rebay, una artista que ejercería durante muchos años como su asesora de arte, antes de convertirse en directora del museo, para, luego, terminar donando su colección.

En 1943 se le encargó a Frank Lloyd Wright el diseño de un edificio para albergar el museo, que adoptaría su nombre actual en 1952, tras la muerte de su fundador. El fallecimiento de Guggenheim en 1949 provocó un retraso en las obras, además de numerosas modificaciones en su diseño, la adquisición de nuevas propiedades y un sobrecoste de los materiales de construcción como consecuencia de la II Guerra Mundial.

En 1956 empezó a construirse y, el 21 de octubre de 1959, seis meses después de la muerte de Wright, abriría sus puertas al público. Su estructura en forma de zigurat invertido fue tanto blanco de críticas como objeto de elogio. El museo cerró en 1990 para someterse a reformas e incorporar una torre de ocho plantas. Y tras su reapertura, en 1992, el Guggenheim presentaría el edificio original de Wright al completo que hoy cuenta en total con más de 4750 m² de espacio museístico.

En el 2008 fue catalogado como Monumento Nacional Histórico y, en el 2019, engrosó la lista de lugares Patrimonio Mundial de la Unesco. Desde entonces se han abierto notables sedes, como las de Bilbao o Venecia, mientras que las obras del museo de Abu Dabi todavía no han concluido.

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El Guggenheim fue catalogado como Monumento Histórico Nacional en el 2008 © ItzaVU/Shutterstock.

Qué hacer en el Guggenheim

En la rampa ascendente del museo (conocida como la rotunda) se montan exposiciones temporales de arte moderno y contemporáneo. Y aunque Wright pretendía que los visitantes tuvieran que subirla y bajarla serpenteando, su espectacular ascensor semicircular puede convertirlo en una tarea difícil los días de más trajín. De ahí que las muestras estén instaladas de abajo arriba.

Se aconseja hacerse con una audioguía (gratuita) o descargarse la app del Guggenheim para obtener información acerca de las exposiciones y la arquitectura. Los peques descubrirán las obras de la Thannhauser Collection con ayuda de las explicaciones en audio (adecuadas para niños) disponibles en la guía digital del museo. Otra forma de conocer más a fondo la arquitectura del edificio es con la guía para actividades en familia (Family Activity Guide).

El museo cuenta, además, con dos buenas opciones para comer: el Wright, un futurista restaurante, en la planta baja, que sirve risotto y cócteles clásicos; y, en la 3ª planta, el Café 3, con vistas de Central Park, café y bocados ligeros. Ambas propuestas formaban parte del diseño primigenio del edificio y, aunque solo sea por su espléndida estética, interesa echarles un vistazo.

Entradas e información básica

El museo se halla en el nº 1071 de Fifth Avenue, entre las calles 88th y 89th, accesible en las líneas de metro 4, 5, 6 y Q, o con los autobuses M1, M2, M3 y M4 desde Madison o la misma Fifth Avenue.

El precio de la entrada para adultos es de 25 US$; jubilados, estudiantes y discapacitados pagan 18 US$. Los menores de 12 años entran gratis, al igual que los cuidadores de personas con discapacidad. Las entradas pueden reservarse en línea aquí

Algunos sábados, de 16.00 a 18.00, se ofrece entrada gratis (donativo recomendado). También se puede visitar el museo de forma gratuita un sábado, gracias a la iniciativa Saturday on the House, patrocinada por The Macallan.

© Krzysztof Dydynski/Lonely Planet

Entre las muestras del museo se incluyen exposiciones de arte moderno y contemporáneo © Krzysztof Dydynski/Lonely Planet.

Accesibilidad

La estación de metro accesible en silla de ruedas más cercana es la de 86th St, de la línea Q. Los autobuses M1, M2, M3 y M4 (provistos de rampas) paran en Madison Avenue (entre las calles 86th y 87th) en sentido uptown y en Fifth Ave en sentido downtown.

El museo dispone de sillas de ruedas de cortesía, que no requieren reserva previa. Hay baños para discapacitados en las plantas 1ª y 7ª, mientras que todas las plantas del museo cuentan con acceso en ascensor, a excepción de la High Gallery, que tiene dos tramos de escaleras de escalones bajos a la entrada. Los ascensores funcionan ininterrumpidamente, también cuando la rotonda permanece cerrada entre exposiciones.

Los circuitos y talleres de Monthly Mind’s Eye, dirigidos a personas invidentes o con problemas de visión, los realizan profesionales con formación en arte y educación a través de descripciones verbales, conversaciones, experiencias sensoriales y prácticas creativas.

Asimismo, el museo cuenta con una guía de narrativa social para personas que padecen trastorno del espectro autista. Para información completa sobre accesibilidad, véase este enlace.
 

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