1. Feng shui en Portland
Lan Su Chinese Garden, Portland, EE UU © Jon Bilous / Shutterstock
El recorrido por los mejores jardines de Portland empieza en medio del Old Town, con el apacible Lan Su Chinese Garden, un oasis de una manzana con estanques, senderos sinuosos y una tetería tradicional. Considerado uno de los jardines chinos más auténticos fuera de China, Lan Su es el resultado de la colaboración entre Portland y su ciudad hermana, Suzhou, en la provincia Jiangsu de China. La tetería Tao of Tea, en la Tower of Cosmic Reflections, se centra en el comercio justo, el té ecológico y los métodos tradicionales de elaboración de té únicos de varias regiones de China. Si se planea bien la visita, se puede coincidir con el programa educativo de feng shui, taichí o caligrafía china.
2. De excursión por la historia del Forest Park
Cuando los portlandeses hablan de senderismo o de ir a correr por las montañas, suelen estar hablando de Forest Park, una zona verde de 2063 Ha en el flanco noroeste de la ciudad con 112 km de senderos boscosos. Forest Park, uno de los elementos que definen la ciudad, existe, en una forma u otra, desde 1903, cuando los líderes municipales, concienciados con la naturaleza, contrataron a John Charles Olmsted, un paisajista de Massachusetts, para crear una serie de zonas verdes. Olmsted quiso mantener el carácter silvestre de los espacios, y su creación se convirtió en patio de juegos de senderistas.
Forest Park, Portland, EE UU © Danielle D. Hughson/ Getty Images/ Flickr RF
El punto de acceso más práctico es por via Lower Macleay Trail, en NW 29thAvenue y Upshur Street. Al comienzo hay un pequeño aparcamiento y unos lavabos, y la popular ruta empieza bastante llana, accesible y es apta para niños. En menos de 1,5 km se llega a la Stone House, construida en 1929 como área de descanso, hoy una ruina inquietante cubierta de musgo. Desde allí se puede subir montaña arriba para tomar la Wildwood Trail y seguirla durante un rato (habrá que llevar un plano) o seguir recto (también por la Wildwood) para llegar a Pittock Mansion. La ruta de Pittock Mansion, de 4 km, es empinada y quien la termina se gana los postres. Ofrece vistas épicas de esta ciudad de EE UU.
La zona estuvo habitada originalmente por Danford Balch, el primer hombre de Oregón condenado a la horca. En 1858, su hija de 16 años se fugó con el capataz del rancho, Mortimer Stump, y cuando Balch fue a recogerla, ‘acidentalmente’ mató a Stump de un disparo. El arroyo que corre junto al sendero lleva el nombre de Balch.
3. Jardines de flores y zen japonés
Uno no ha visitado Portland hasta que no ha contemplado la ciudad desde las alturas del International Rose Test Garden, en Washington Park, donde florecen más de 10 000 rosas entre mayo y septiembre. Esto se puede hacer a lo fácil o a lo difícil. La forma fácil es subir en coche por Burnside St a Kingston Ave y aparcar cerca de las pistas de tenis (otra opción es tomar el MAX Light Rail hasta la parada de Washington Park y seguir los senderos de madera durante casi 3 km hasta el jardín de rosas). También se puede ir en bicicleta desde el centro o el noroeste de Portland. Pero quizá la manera más bonita sea a pie: se empieza al final de SW Park Place (en SW Sacajawea Blvd; el autobús nº 63 para aquí) y subir las impresionantes escaleras. Después se sigue por la MAC Trail hasta el jardín de rosas, con vistas impresionantes y acceso a más rutas.
En Washington Park no hay que perderse el cautivador Japanese Garden, un refugio tranquilo y frondoso con un jardín zen. Se está trabajando en una ampliación multimillonaria que doblará el tamaño del jardín en el 2017.
Washington Park, Japanese Garden, Portland, EE UU © Paul VanDerWerf / www.flickr.com/photos/pavdw/14800652882
Si el viajero no ha tenido suficiente con la sobreabundancia de bellos jardines floridos de Portland, que visite el Crystal Springs Rhododendron Garden en la zona residencial Southeast Portland. Desde finales de mayo o principios de abril hasta el final del verano, sus enormes rododendros estallan en mil colores, y hay un estanque que, en primavera, se llena de patitos. Un agradable sendero a la sombra invita a dar un paseo tranquilo entre vistas de postal.
4. Excursiones con niños
Si se viaja con niños, otra buena opción excursionista es la Tryon Creek State Natural Area. Son casi 13 km de senderos, tres de los cuales están asfaltados y son aptos para bicicleta, que serpentean por un bosque de 266 Ha en el suroeste de Portland. Cuenta con un centro de naturaleza y un activo programa educativo ‘Junior Ranger’ infantil, además de varias excursiones con varios niveles de dificultad y un montón de oportunidades para aprender sobre flora y fauna.
Tryon Creek State Natural Area, Portland, EE UU © www.oregonstateparks.org
Desde el centro de la ciudad, todavía es más fácil subir al monte Tabor, un volcán dormido repleto de rutas en medio del residencial Southeast Portland. Es lo suficiente empinado para garantizar una sudada, pero se llega a la cima fácilmente. Se puede ir de pícnic y tumbarse en la hierba para ver la puesta del sol y la actividad que recorre Hawthorne Boulevard. También hay un parque infantil, conciertos en verano, rutas de reconocimiento de árboles y, en agosto, el popular Portland Adult Soapbox Derby.
5. El gran final: la garganta del río Columbia y las cataratas de Multnomah
Columbia River Gorge, cataratas Multnomah, Portland, EE UU © Jeff Hollett / www.flickr.com/photos/jeffhollettvancouverwa/4740052750
¿Y qué pasa cuando se ha visto todo lo citado anteriormente pero todavía hay ganas de más? Portland está muy cerca de la maravilla natural que es la Columbia River Gorge. En menos de 40 min se puede estar en una ruta por la garganta que pasa por (o por detrás) de media docena de cataratas espectaculares. Es difícil equivocarse, pero un buen punto de partida es la excursión a Latourell Falls, una ruta fácil y gratificante de 3 km hasta las cascadas Latourell superiores; las inferiores se pueden ver desde el aparcamiento del comienzo de la ruta (tomar la salida 22 o 28 en la I-84 y seguir las indicaciones). Aunque más concurridas, es casi obligatorio visitar las cataratas de Multnomah. Una bonita ruta circular de 7,7 km las visita y regresa a las Wahkeena Falls, pasando por las Fairy Falls y otros puntos de interés a lo largo del camino.
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