Exuberantes y anárquicas, las Fallas son la fiesta de primavera más animada de Europa. Se cree que sus orígenes, con los ninots, se remontan al s. XV. En estos días Valencia queda tomada por las fallas, enormes esculturas de papel maché sobre madera creadas por artistas locales. Cada barrio patrocina su propia falla y cuando el 16 de marzo la ciudad amanece tras la noche de la plantà, más de 350 fallas se han repartido por la ciudad. Alcanzan los 15 m de altura, cuestan hasta 350 000 euros y suelen satirizar famosos y temas de actualidad.
Aunque la fiesta empieza el 12 de marzo, no arranca hasta después de la plantà. La gente dispone de cuatro días para ver y admirar las fallas, además de divertirse en fiestas callejeras, concursos de paella, desfiles, conciertos al aire libre y toros.
La fiesta presume de sus fuegos de artificio: cada día a las 14.00 una mascletà (cinco minutos de explosiones) sacude la ciudad. La medianoche del último día, el 19 de marzo, día de San José, se queman las fallas; y con ellas, meses de trabajo se convierten en cenizas en cuestión de segundos. Treinta minutos después de la medianoche se quema la falla ganadora del concurso. (www.turisvalencia.es)
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