Estamos en el momento perfecto, o al menos el más artístico, para viajar hasta Holanda, país que durante estos primeros meses de 2016 está centrado en un sincero y prolífico homenaje a ‘El Bosco’ por el V Centenario de su muerte. Aunque realmente es el momento perfecto para viajar hasta Den Bosch (Bolduque), la capital del norte de Brabante, una de las ciudades más vinculadas al arte que podemos encontrar en los Países Bajos, y esto es mucho decir si también mencionamos la vinculación de Rembrandt con Ámsterdam, por ejemplo.
Pero comparaciones aparte, la ciudad de ‘El Bosco’, ubicada a poco más de una hora de Ámsterdam o dos de La Haya, conserva casi intacto su casco antiguo y muchas de sus espectaculares fortificaciones que dan vida a esta bonita y tranquila ciudad de aire medieval que merece la pena respirar. Y es que el carisma de esta ciudad no solo se ve, sino que también se palpa, sobre todo ahora cuando la ciudad de Den Bosch, sus habitantes y visitantes, rinden homenaje al pintor medieval holandés más importante. Y no es para menos, claro. La agenda cultural entorno a las celebraciones del V Centenario de la muerte del pintor está repleta de extraordinarias producciones de música, danza, teatro y circo, proyectos en espacios públicos, espectáculos de luz, libros, juegos y aplicaciones. El evento Jheronimus Bosch 500 trae de vuelta al hijo más famoso de la ciudad al lugar en el que imaginó y creó su obra: Den Bosch.
De ahí que una de las paradas imprescindibles durante estos meses en Den Bosch sea el Noordbrabants Museum, que desde el pasado mes de febrero y hasta el próximo 8 de mayo cuelga el cartel más importante de su historia con la exposición Jheronimus Bosch - Visiones de un genio. Se trata de un total de 20 pinturas (paneles y trípticos) y 19 dibujos del artista que en su conjunto la convierten en la mayor exposición retrospectiva hasta el momento de El Bosco. Todo un homenaje sin precedentes al artista medieval más importante de Holanda llevado a cabo en la ciudad que le vio nacer con el nombre de Jheronimus van Aken y a la que debe su nombre artístico. De entre el excepcional préstamo de obras venidas de numerosas partes del mundo para la ocasión destaca El Carro de Heno, que regresa a Holanda desde España tras 450 años. No te costará reconocer esta magnífica obra de entre todas las de la muestra, ya que se trata del gran tríptico dedicado al pecado, toda una obra maestra que se engloba dentro de la colección del Museo Nacional del Prado en Madrid. Se trata de la primera vez que la pintura (comprada por el rey Felipe II para su colección privada) abandona España, pero sin duda lo hace bajo la mejor excusa y en un perfecto estado de conservación.
Qué (más) ver en Den Bosch:
Si bien es cierto que la ciudad se ve perfectamente en un día, bien merece la pena, y sobre todo bajo la excusa que hoy nos ocupa, dedicar un fin de semana a pasear por sus tranquilas calles, entre ellas Hinthamerstraat, una de las más coquetas. Peatonal y de nombre prácticamente impronunciable, está repleta de tiendas y cafés que animan a sentarse, disfrutar y ver la vida pasar. Con fuerzas repuestas, la catedral de Sint Jans, de estilo gótico, es otra de las paradas fundamentales en cualquier ruta por Den Bosch, como también lo es la particular red de canales subterráneos con los que cuenta la ciudad. Se pueden realizar excursiones por ellos recorriendo edificios medievales y contemporáneos, la parte nueva y la vieja de las entrañas de una ciudad, pero siempre desde un punto de vista diferente, desde los canales creados por la necesidad de canalizar las aguas de los ríos que rodean la ciudad, Dommel y Aa, y que hoy son la excusa perfecta para obtener otro punto de vista de den Bosch.
La niña bonita de los Países Bajos es Ámsterdam y la ciudad de los canales ofrece una veintena de actividades que puedes hacer, ¡gratis!
