Una noche en Queens

Texto por
Robert Balkovich, autor de Lonely Planet
© James Andrews1/shutterstock
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La oferta noctámbula es una de las principales atracciones de Nueva York, algo comprensible en una ciudad con happy hours asequibles y montones de restaurantes y bares que abren hasta las tantas. Puede que Manhattan sea el distrito fiestero por excelencia, pero si se busca una noche de juerga con un encanto único no hay que perderse Queens.

A un trayecto relativamente corto en metro de Manhattan, este palpitante distrito ofrece un amplio abanico de opciones para beber, comer y pasarlo bien, todo ello a precios más asequibles. Combinando las siguientes recomendaciones se podrá crear la ruta perfecta para disfrutar de una noche en Queens.

‘Happy hour’

Si se sale temprano, hay que tener en cuenta que los pubs, coctelerías, cervecerías y lounges de Queens aguardan con tentadoras promociones pensadas para quienes salen de trabajar. El Bohemian Hall and Beer Garden, en Astoria, tiene un gigantesco patio perfecto para reunirse en primavera y verano, aunque su happy hour de cerveza al 50% invita a pasarse en cualquier época del año. Tanto su interior como su patio lucen la clásica estética de cervecería, con banderas checas, eslovacas y estadounidenses colgadas de sus paredes. Dentro hay pantallas para ver deportes y las consumiciones se acompañan de cocina tradicional eslava.

Quienes busquen una happy hour menos convencional pueden acercarse a The COOP, en Flushing, un local de fusión coreana que, además de tener una fantástica selección de cerveza, sake y vino, se especializa en buenos cócteles, como el cosmopolitan de lichi. Su happy hour promete ostras y platillos a buen precio: rollitos de kimchi, mollejas de pollo fritas y sus famosas alitas picantes, que aportan un sabor distintivamente coreano a su comida. El ambiente es moderno y atractivo, con una iluminación tenue y neones aquí y allá: perfecto para calentar motores antes de una larga noche.

Recargar las pilas

Llegado el momento de reponer fuerzas, el barrio de Astoria presume de tener una de las mejores cocinas griegas a este lado de Atenas, y pocos restaurantes reciben mejores críticas que la Taverna Kyclades, cuya popularidad suele traducirse en cierto tiempo de espera para conseguir mesa. Sus adeptos hacen cola incluso en invierno, pero la espera es parte de la diversión. Su personal reparte copas de vino y sus variopintos comensales no dudan en hacerse compañía. Una vez dentro, resulta obvio ver lo que atrae a tanta gente: Kyclades significa “islas” en griego, y su comida refleja el relajado y sencillo estilo de vida isleño. Todo se cocina a la perfección, desde sus pescados al horno condimentados con sencillez al pulpo a la parrilla, pasando por las berenjenas fritas al ajillo. Y, como es natural, tantas exquisiteces deben regarse con una o dos botellas de vino griego.

Al otro lado de Queens se encuentra Asian Jewels, un mastodóntico restaurante conocido por servir dim sum de día y una carta repleta de delicias cantonesas de noche. Su espacioso interior abierto lo ocupan grandes mesas en las que se sientan familias numerosas o comparten varios grupos pequeños. Su amplio y variado repertorio incluye platos de sobra conocidos, como arroz salteado y cerdo agridulce, además de platos tradicionales cantoneses, tales como ternera con brotes de bambú o medusa fría en tiras.

Los originales tragos del Sek'end Sun saben a gloria después de cenar © Robert Balkovich / Lonely Planet.

Los originales tragos del Sek'end Sun saben a gloria después de cenar © Robert Balkovich / Lonely Planet.

Cócteles después de la cena

La cultura de cócteles está en pleno auge en Queens, también en las zonas más a las afueras del distrito. De hecho, hay montones de opciones interesantes para tomar algo después de cenar. Una de las mejores es el Dutch Kills, en la ciudad de Long Island, un local de estilo speakeasy en un discreto edificio de almacenes, cuya industrial fachada es la antesala de una guarida tenuemente iluminada. La decoración es un fascinante batiburrillo de tiempos pasados, con reservados de madera y bármanes ataviados con prendas tiki de mediados de siglo. Lo principal: la carta de bebidas es extensa y los mezcladores conocen bien su oficio.

Más al norte, en Astoria, está el Sek'end Sun, un restaurante con un gran bar especializado en certeros cócteles acordes a su diseño espacioso. El Infante (tequila, lima, sirope de horchata y nuez moscada) entra por los ojos y, además, está riquísimo, mientras que el Brazilian Bikini (cachaza y chile ancho) es potente de entrada, pero suave en conjunto. Los cócteles del Sek'end Sun cuestan 10 US$, es decir, menos que en casi cualquier otro sitio de Nueva York, y su creativa carta hace que sea el lugar perfecto para quienes consideran que en la variedad está el gusto.

El Real KTV es un bar con karaoke de ensueño © Robert Balkovich / Lonely Planet.

El Real KTV es un bar con karaoke de ensueño © Robert Balkovich / Lonely Planet.

Divertida oferta de ocio a altas horas

Tras tomarse unos cócteles, toca subir el volumen. Quienes tengan ganas de beber algo más cargado, bailar y ver drag queens pueden ir al Icon Bar, en Astoria, un bar gay que, aun pareciéndose a muchos otros clubes similares de Manhattan, ofrece un ambiente más agradable: la clase de lugar al que se entra solo y se sale rodeado de amigos.

Si apetece una actividad más activa, una buena idea es ir a The Real KTV, en el New World Mall de Flushing (newworldmallny.com), donde se disfrutará de un karaoke difícilmente superable. Es un sitio chino, muy auténtico, pero abierto a todo el mundo. La iluminación y el mobiliario son maravillosamente ostentosos, las bebidas llegan enseguida y bien cargadas, y las salas privadas están equipadas con pies de micrófono para que el espectáculo sea completo.

Las empanadillas del Nan Xiang Xiao Long Bao son el colofón perfecto a una noche de juerga © Robert Balkovich / Lonely Planet.

Las empanadillas del Nan Xiang Xiao Long Bao son el colofón perfecto a una noche de juerga © Robert Balkovich / Lonely Planet.

Remedios contra la resaca

Para paliar el malestar tras la juerga, lo mejor es poner rumbo al Nan Xiang Xiao Long Bao (hasta 1.00), en Flushing, y pedir su rica sopa con empanadillas chinas o sus fideos. Otra excelente opción para comer de madrugada es el Jerusalem Pita House, en Astoria, que sirve sabroso gyros hasta las 3.00 entre semana y hasta las 4.00 los fines de semana. Ambas opciones son fantásticas para irse de Queens con buen sabor de boca.
 

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