Descubriendo el panorama musical de Salzburgo. ¡Música maestro!
Con los Alpes perfilándose sobre su perfil urbano de cúpulas barrocas y los acantilados que caen hacia el río como el telón de un teatro, Salzburgo, la cuarta ciudad más poblada de Austria, posee un paisaje que da ganas de cantar yodel. Y es que no cabe duda alguna de que la ciudad donde nació Mozart y donde Julie Andrews enseñó al mundo a cantar lleva la música en su ADN.
Ceremonia de inauguración de la edición de 2019 del Festival de Salzburgo © Land Salzburg / Neumayr
El gran evento es el Festival de Salzburgo, en verano, que con motivo de su centenario en la edición del 2020 está dispuesto a tirar la casa por la ventana, pero Salzburgo lleva la música en el corazón todo el año con selectos conciertos de cámara en palacios dorados, jazz y rock en directo, fiestas con bandas de vientos en cervecerías al aire libre y circuitos cantando en bicicleta.
Recorriendo Salzburgo tras los pasos de Mozart
Salzburgo debe su pasión por la música a sus primeros mecenas, los príncipes-arzobispos cuyo legado de 600 años perdura en el que fuera su dominio, la Residenz. En pleno corazón de la barroca Altstadt, catalogada por la Unesco, este palacio decorado con elegantes frescos e iluminado por lámparas araña es un marco fabuloso para conciertos íntimos vespertinos de la música de Mozart, interpretados con instrumentos musicales históricos. Casualmente, Mozart ofreció su primer concierto para la corte en este lugar a la tierna edad de seis años.
Sala de la Residenz, el palacio en el que se puede asistir a conciertos de música de Mozart © Salzburger Burgen und Schlösser
Desde entonces –como no– nadie ha impresionado tanto a la ciudad como Amadeus. Nacido en la Getreidegasse en 1756, el joven Mozart colocó rápidamente a Salzburgo bajo los focos con sus alegres óperas, sinfonías y conciertos. Todo en el centro de Salzburgo gira en torno a Mozart –el "empelucado" genio aparece por todas partes, desde bolas de chocolate hasta lociones para después del afeitado–, pero visitar el lugar donde nació Amadeus Mozart y donde pasó los primeros 17 años de su vida sigue siendo algo especial.
Descubrir a Mozart en su casa natal, Salzburgo © Mila Drumeva / Shutterstock
Se puede contemplar el mini violín que tocaba cuando era un niño prodigio; con tan solo dos años de edad era capaz de identificar el chillido de un cerdo como un sol sostenido. Los fans más entregados tampoco querrán perderse su residencia, el lugar donde vivió con su familia y donde se dedicó a componer prolíficamente obras como Idomeneo.
Para disfrutar de un festival de música clásica con los temas de Mozart y de otros grandes compositores austríacos y alemanes como Strauss, Haydn y Brahms, es buena idea asistir a las cenas-concierto del Festung Hohensalzburg, en la fortaleza medieval de Salzburgo. Otra opción es cruzar el río Salzach hasta el Schloss Mirabell, que cada noche ofrece conciertos de música de cámara en su salón barroco de mármol.
Se pueden visitar las localizaciones de las escenas más emblemáticas de ‘Sonrisas y lágrimas’, como los jardines de Mirabell © canadastock / Shutterstock
Recorriendo la ciudad tras los pasos de María
Experimentar una leve sensación de déjà vu en Salzburgo es bastante normal. Probablemente el viajero haya visto la ciudad en la película Sonrisas y lágrimas. Es la ciudad donde María (Julie Andrews) bailaba de camino a misa en la abadía benedictina de Nonnberg, donde cantaba 'Tengo confianza en mí' pasando frente a la fuente de la Residenzplatz, y donde enseñaba a la prole von Trapp a cantar 'Do-Re-Mi' en los jardines del Schloss Mirabell.
Es fácil organizarse un circuito autoguiado, pero si apetece visitar las localizaciones de la película en grupo es buena idea apuntarse a los circuitos de Fräulein Maria's Bicycle Tours y disfrutar de un divertido paseo de medio día sobre dos ruedas por las escenas de la película (lo de cantar es opcional). Y los fans más devotos de Sonrisas y lágrimas pueden ver la obra interpretada en un escenario en miniatura en el encantador Teatro de Marionetas de Salzburgo.
Es posible escuchar lo mejor del panorama musical de Salzburgo en sus múltiples escenarios, como el Mozarteum © Tourismus Salzburg
Música clásica y más allá
La obsesión de Salzburgo por la música va mucho más allá de Mozart y María. El Mozarteum apuesta por todo lo clásico con una programación de eventos que va desde los conciertos de las tardes-noches de los jueves con la orquesta residente hasta los conciertos de los martes de después de la jornada laboral. Cerca de allí se halla el Landestheater, del s. XVIII, el principal escenario de Salzburgo dedicado a la ópera, la opereta, el ballet y los musicales, cuyo foso suele ocuparlo la Mozarteum Salzburg Orchestra.
Más a tono con la cara espiritual de Salzburgo están los conciertos de música sacra interpretados en la Dreifältigkeitskirche (iglesia de la santísima Trinidad) desde mediados de junio a mediados de diciembre, y los que reverberan en el imponente Dom barroco de Salzburgo de julio a octubre.
Concierto en el Rockhouse de Salzburgo © Tobias Neugebauer
Más allá de sus glorias clásicas, Salzburgo cuenta con locales que brillan con una luz distinta en el panorama musical de la urbe. Un poco al norte de la ciudad se encuentra Jazzit, cuya oferta musical oscila entre el jazz de vanguardia y el soul, el funk, el reggae y el electro swing, con conciertos gratuitos en el bar y sesiones de DJ las noches de los martes y los miércoles. En el mismo lado del río se halla Rockhouse, un local ideal para disfrutar de la música en directo con conciertos de rock, pop, folk y metal varias noches a la semana, además de un bar en forma de túnel donde se celebran sesiones de DJ (que suelen ser gratis) y conciertos de bandas.
Concierto en el centro cultural ARGEkultur © Tourismus Salzburg
Más cerca de la Altstadt está Stage Bar, un lugar muy agradable para tomar una cerveza disfrutando de un concierto. Sus paredes están decoradas con retratos en blanco y negro de las grandes leyendas de la música y cuenta con un programa genial de jazz, swing, latin y blues (las noches de los jueves son para las jam sessions). Para alejarse todavía más de lo mainstream es buena idea acercarse al ARGEkultur, cerca del campus de la Unipark Nonntal. Este centro cultural aporta un toque urbano a Salzburgo con espectáculos de cabaré, sesiones de DJ, combates de slam poetry y conciertos que van del jazz más experimental a la música electrónica y acústica.
En el Festival de Salzburgo la música, las artes y la ciudad cobran vida © SF / Kolarik
Fiebre de festivales en Salzburgo durante el 2020
El Festival de Salzburgo cumple 100 años en el 2020 y dicen que será fenomenal, que contará con el programa más impresionante de su historia a base de ópera, conciertos y teatro, y que, además, habrá exposiciones especiales y eventos que se celebrarán en grandes escenarios de la ciudad durante seis semanas desde finales de julio a agosto. Si el viajero está pensando en asistir, sería conveniente que reserve las entradas con varios meses de antelación, porque se agotan enseguida.
Además de este gran festival de verano, Salzburgo tiene otras citas claves de la música clásica. En Pascua, el Osterfestspiele ofrece ópera y conciertos de cámara de alto nivel en escenarios de toda la ciudad, mientras que, en un estilo similar, el Whitsun Festival atrae a orquestas de fama mundial con su repertorio de conciertos, óperas y recitales. Y si al viajero le encanta Mozart, es buena idea intentar que el viaje a Salzburgo coincida con la Mozartwoche, a finales de enero.
El mes de agosto trae consigo las animadas sesiones de música folk hasta la cervecería Augustiner Bräu Mülln, gestionada por el monasterio, mientras que los días más frescos del otoño se animan con el festival Jazz & the City, de cinco días, a mediados de octubre, cuando escenarios diversos, desde iglesias hasta bares de vinos, abren sus puertas de par en para para ofrecer conciertos gratuitos.
Dónde dormir y comer en Salzburgo
Se puede pasar la noche en la emblemática Villa Trapp © www.villa-trap-at
Para disfrutar de una estancia elegante con un toque musical se puede optar por el estilo boutique-chic del Hotel Goldgasse, que combina 700 años de historia con un interior decorado en un estilo minimalista moderno y grandes imágenes de las óperas del Festival de Salzburgo. En el otro extremo de la gama de precios, Yoho ofrece alojamiento divertido en un albergue y pases diarios de la película Sonrisas y lágrimas; aunque mejor que verla en pantalla es alojarse en Villa Trapp, la elegante mansión donde vivió la familia Trapp, en el distrito de Aigen.
Para disfrutar del sabor del festival todo el año se puede ir a Triangel, cerca de los escenarios del festival y decorado con pósteres y fotos, donde siempre hay buen ambiente y una carta repleta de los típicos platos austríacos de toda la vida, desde el Schnitzel hasta el goulash de ternera con fideos.