Experiencias que no se pueden perder
Si se piensa en un país que lo tenga todo, es muy probable que se elija Colombia. Aquí hay un poco de todo: ciudades coloniales, restos de civilizaciones misteriosas y ciudades perdidas, densas selvas tropicales, elevadas cimas nevadas, extensas colinas cubiertas de cafetales, playas caribeñas casi vírgenes, rincones para practicar el submarinismo, grandes senderos míticos…. Todos los encantos de Sudamérica reunidos en un solo país que desde hace unos años ha dejado de figurar entre los destinos peligrosos.
1. Un recorrido por el centro de Cartagena
El casco antiguo amurallado de Cartagena hace retroceder cuatro siglos atrás. Pasear por sus calles es como adentrarse en una novela de Gabriel García Márquez. Los balcones de tonos pastel están llenos de buganvillas y las calles descubren magníficas iglesias, plazas y mansiones que fueron construidas por los españoles.
2. Viaje a la Ciudad Perdida
Ciudad Perdida © William Neuheisel - www.flickr.com/photos/wneuheisel/5479979211
El viaje a la Ciudad Perdida es una emocionante excursión por la selva a través de algunos de los paisajes tropicales más espectaculares del país. Tiene fama de ser una de las mejores excursiones de varios días por Colombia, donde hay que vadear, con el agua hasta la cintura, embravecidos ríos con la serena belleza de la Sierra Nevada como telón de fondo. El impresionante destino es una antigua ciudad perdida en lo profundo de las montañas y dispuesta en misteriosas terrazas que fue ‘descubierta’ por saqueadores de tumbas.
3. Dunas y desiertos de La Guajira
Un viaje hasta esta remota y desértica península puede resultar divertido o toda una difícil aventura, dependiendo de cómo se viaje, pero todo el que visita el punto más septentrional de Sudamérica queda impresionado. Flamencos, manglares, playas con dunas y pequeños poblados wayuu salpican el enorme vacío de este magnífico y poco visitado rincón de Colombia.
4. Senderismo en El Cocuy
Púlpito del Diablo, PNN El Cocuy © Carlos Adampol - www.flickr.com/photos/130585488@N05/16551423875
El Parque Nacional Natural El Cocuy es, con razón, uno de los territorios más codiciados de Sudamérica. En temporada (dic-feb), toda esta región se caracteriza por los cobrizos amaneceres que se reflejan en los escarpados picos y los valles glaciares, las llanuras montañosas, los lagos de alta montaña y la rara vegetación del ecosistema del páramo. En los días despejados se pueden ver grandes extensiones de los Llanos desde cualquiera de los miradores de los picos circundantes de 5000 m de altura.
5. Senderismo por Caño Cristales
Tomado por la guerrilla durante dos décadas, Caño Cristales vuelve a estar abierto al público. Este fabuloso cañón fluvial rodeado de verde selva y terreno montañoso, una de las maravillas naturales más fascinantes de Colombia, ofrece una explosión de tonos rojos durante un par de meses entre julio y noviembre. Este singular fenómeno se debe a la aparición de algas en su lecho. Hacer senderismo entre sus cascadas y sus piscinas naturales es una experiencia fabulosa.
6. Visitar los museos de Bogotá
Hay pocos lugares donde uno puede imaginar lo qué se siente al encontrar un tesoro oculto durante mucho tiempo. En el Museo del Oro de Bogotá, uno de los museos más asombrosos de Sudamérica, el visitante puede sentirse por un momento como Indiana Jones ante el tesoro. Y este es tan solo uno de los innumerables museos de la ciudad. En otros se pueden ver obras de Botero, helicópteros presidenciales, armas de narcotraficantes, espadas bolivarianas, baños con azulejos o vasijas rotas.
7. Antiguas estatuas de San Agustín
Desperdigadas por las colinas, las estatuas de San Agustín ofrecen una magnífica visión de la cultura precolombina y son un importante punto de interés arqueológico. Se han desenterrado más de 500 de estas estatuas, talladas en piedra volcánica, que representan animales sagrados y figuras antropomórficas. Algunas han sido reunidas en un parque arqueológico, pero muchas más siguen en su lugar original y pueden explorarse a pie o a caballo a través de senderos rodeados de cascadas y empinados cañones.
8. Observación de ballenas en el Pacífico
© Luis Alejandro Bernal Romero - www.flickr.com/photos/aztlek/8191182105
Hay pocas cosas tan impresionantes como ver ballenas de veinte toneladas saltando fuera del agua con montañas boscosas como telón de fondo. Cada año cientos de yubartas viajan más de 8000 km desde el Antártico para dar a luz y alimentar a sus crías en las aguas del Pacífico en Colombia. Estos espectaculares cetáceos se acercan tanto a la orilla en la ensenada de Utría, que uno puede verlos en aguas poco profundas sin tener que mojarse los pies. Para observarlos aún más de cerca, lo mejor es un circuito en barco.
9. Bailar salsa en Cali
Puede que Cali no inventara la salsa, pero esta laboriosa ciudad se ha tomado este género muy a pecho y lo ha hecho suyo. Salir por Cali es salir a bailar salsa: así es como se expresan los caleños. Desde en pequeños bares de barrio con potentes equipos de sonido hasta en las enormes salsotecas de Juanchito, la salsa ayuda a derribar las barreras sociales y une a esta ciudad de crecimiento descontrolado. Si el viajero sabe bailar, este es el lugar para demostrarlo, y si no, no hay mejor lugar para aprender.
10. La Barichara colonial
La asombrosa Barichara, probablemente sea la localidad colonial más pintoresca de Colombia: sus tejados de color naranja oxidado, sus simétricas calles adoquinadas, sus paredes encaladas y sus balcones adornados con macetas contrastan con un verde telón de fondo andino digno de postal. Su ritmo pausado –Barichara significa “lugar de relajación” en el dialecto regional guane– invita a vagar por sus calles deslumbrado ante tanta belleza.
11. Relajarse en las playas caribeñas de Providencia
Providencia © Cultura de Red - www.flickr.com/photos/aztlek/8191182105
Puede que sea un poco complicado llegar, pero el esfuerzo vale la pena incluso antes de desembarcar en esta montañosa y preciosa isla caribeña de fantasía: así de magníficas son las vistas desde el avión o el catamarán. Tiene algunas de las mejores playas del país, geniales opciones de submarinismo, excelentes excursiones y una deliciosa cocina. Providencia es un destino poco visitado apartado de las rutas convencionales, donde no hay ni un solo complejo turístico de todo incluido.
12. Fincas en la Zona Cafetera
Uno puede montarse en un clásico todoterreno de la II Guerra Mundial y emprender una aventura de degustación de café. Muchas de las mejores fincas de la Zona Cafetera han abierto sus puertas al turismo ansiosas por mostrar a los visitantes qué es lo que hace único al café de Colombia, y por compartir un poco de su cultura de duro trabajo. Cada viajero puede recoger sus propios granos en una plantación antes de volver a la hacienda para disfrutar del producto final.
13. Playas del PNN Tayrona
Las playas del Parque Nacional Natural Tayrona, cerca de Santa Marta en la costa del Caribe, están entre las más bonitas del país. Las cristalinas aguas de Tayrona tienen como telón de fondo la selva que desciende por la imponente Sierra Nevada de Santa Marta, la cordillera montañosa costera más alta del mundo. Sus pintorescas playas de arena blanca están bordeadas de palmeras y salpicadas de enormes rocas, algunas de ellas partidas por la mitad, como en una postal, pero de verdad.
14. Descender el Cañón del Río Claro
Este majestuoso cañón tallado en el mármol de la Reserva Natural Cañón de Río Claro es uno de los principales destinos naturales de Colombia, a solo 2 km de la autopista Bogotá-Medellín. El cañón está atravesado por un río que forma numerosas pozas para bañarse. Uno puede cruzar el río en tirolina, explorar cuevas llenas de murciélagos o hacer rafting.
15. La impresionante Villa de Leyva
Un gran cielo azul cubre el valle de alta montaña que forma el telón de fondo de la impresionante Villa de Leyva, 165 km al norte de Bogotá. Su plaza mayor es una de las más grandes y bonitas de América. Esta relajada aldea y su pintoresco centro ofrecen placeres gastronómicos internacionales, una rica historia, iglesias antiguas, interesantes museos y tiendas de artesanía. La zona rural circundante también ofrece una amplia gama de sencillas actividades al aire libre.
16. Excursionismo en Los Nevados
PNN Los Nevados © Belinda Grasnick - www.flickr.com/photos/137370921@N05/22380691480
Los picos cubiertos de nieve del Parque Nacional Natural Los Nevados llevan mucho tiempo siendo venerados tanto por las culturas indígenas como por los visitantes. Con 583 km2, la reserva acoge algunos de los tramos más espectaculares de los Andes colombianos. La parte sur ofrece fantásticas opciones de excursionismo a través de diversos ecosistemas, desde bosques nubosos húmedos hasta los páramos. Los más atrevidos pueden subir a la cima, tanto a la del nevado de Santa Isabel como a la del Tolima.
17. Refugios en el Amazonas
El auténtico tamaño del Amazonas resulta prácticamente incomprensible para el viajero de a pie –solo la parte colombiana es más grande que Alemania–, y hay muchos lugares donde alojarse en un viaje por el Amazonas. Sin embargo, los alojamientos del Parque Nacional Natural Amacayacu y a lo largo del río Yavarí son los mejores para contemplar la mayor variedad de ecosistemas y de flora y fauna. Allí uno puede nadar con delfines, pescar pirañas y ver de cerca caimanes, monos y ranas.
18. Explorar Medellín
Uno puede contemplar a vista de pájaro la vida en la auténtica Medellín mientras se eleva con su galardonado sistema de metro cable por encima de los barrios obreros precariamente aferrados a las empinadas laderas de las montañas. Por la noche se puede descubrir el otro extremo del espectro visitando los elegantes bares, restaurantes y clubes de El Poblado, el centro de la legendaria vida nocturna de Medellín, muy popular entre la gente guapa y adinerada de la ciudad.
19. Contemplar las estrellas en el Desierto de la Tatacoa
Desierto de la Tatacoa © Erik Cleves Kristensen - www.flickr.com/photos/erikkristensen/16044127054
Con un aspecto sobrenatural, el Desierto de la Tatacoa ofrece un impresionante paisaje de arena ocre y gris, esculpidos acantilados y grupos de cactus. Rodeado de montañas, este paisaje semiárido es un lugar silencioso y espiritual con un ecosistema que no se parece a ningún otro de Colombia. La ausencia de nubes y la poca contaminación hacen que sea el mejor lugar del país para contemplar las estrellas, ya sea a simple vista o en el observatorio local.
20. Descubrir los páramos del lago de Tota
Pocos países albergan ecosistemas de tundra alpina formados por glaciares y conocidos como páramos, y Colombia acapara la mayor parte de ellos. Alrededor del alto lago de Tota se puede hacer una gratificante excursión a pie: 19 km por el páramo de Ocetá a través de paisajes de turberas, pastizales húmedos salpicados del distintivo frailejón (arbusto de flores amarillas), coloridas flores, cascadas, espectaculares lagunas y una ciudad natural de piedra. Algunos dicen que es el páramo más bonito de la Tierra.