Brujas parece un museo al aire libre, particularmente en esta zona, donde se agrupan edificios históricos, galerías e iglesias. Cierto es que la armoniosa arquitectura gótica, los canales bordeados de sauces y las plazas con mercado son pintorescos en grado sumo, pero más allá de las tiendas de recuerdos se encontrarán acogedores bares y pubs en callejuelas, jóvenes artesanos y una historia que se palpa en el aire.

Para huir de las multitudes hay que ir al sur de Markt, donde el laberinto de calles estrechas se abre y hay una mayor concentración de comercios y restaurantes frecuentados por lugareños. Aquí están también algunos de los museos más interesantes de la ciudad, como el famoso Groeningemuseum y el singular Museum Sint-Janshospitaal. Algo más al sur se encuentra el Begijnhof, el beaterio, con su tranquilo patio; el Koningin Astridpark, muy apreciado por los lugareños; y el romántico Minnewater, con sus bonitos parterres. De vuelta a Markt se pueden admirar un par de molinos en el camino.