Si se es un gran aficionado al arte, pasar 1-2 h en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando será un agradable broche a la experiencia artística de Madrid. Merece la pena explorar las callejuelas de Malasaña, entre Pez, la plaza del Dos de Mayo y la glorieta de Bilbao.
Se puede almorzar en el Albur o en Bazaar. Si se cuenta al menos con 3 h, se recomienda tomar un tren al Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Ya de vuelta a la ciudad, si se ha calculado bien el tiempo, aún se podrá ver un último espectáculo, esta vez en el Teatro de la Zarzuela. Para rematar, se recomienda acudir a Almonte o El Junco Jazz Club, según el sabor de boca que uno desee llevarse de Madrid.