La vida en Atenas es un magnífico conglomerado de lo antiguo y lo moderno. Bajo las fachadas majestuosas de muchos de sus edificios, la ciudad es un hervidero de vida y creatividad: las galerías acogen exposiciones, performances e instalaciones; los restaurantes más finos y las humildes tabernas despachan comida satisfactoria; los hondos y melancólicos sones de la rembetica resuenan en las calles empedradas; y los incansables clubes y bares trepidan hasta las tantas.