En general, los húngaros tienen una visión romántica de la puszta, o Gran Llanura, una región de recios pastores que luchan contra el viento y la nieve en invierno y tratan de no perder la chaveta en verano, cuando se forman los famosos délibabok (espejismos) debido al calor sofocante. Sin embargo, las interminables llanuras también pueden explorarse en los parques nacionales de Kiskunság y Hortobágy. Aquí, el viajero podrá montar un corcel o, si lo prefiere, simplemente disfrutar viendo a los vaqueros cabalgando cinco caballos en una espectacular demostración de destreza y dominio.