Desde 1200 es el corazón de la ciudad y las numerosas transformaciones están inscritas en sus edificios y en la Basilica di San Petronio. A un lado el mercado, al otro la estatua de Neptuno, en el medio el crescentone, un rectángulo elevado que toma el nombre de la focaccia de Bolonia. Hay que empezar a recorrer Bolonia desde Piazza Maggiore: de día, para admirar el equilibrio armonioso de su arquitectura; de noche, para apreciarla iluminada y envolvente como un abrazo.