Tanto en barco desde Alghero como bajando por una vertiginosa escalera en zigzag de 654 peldaños excavados en la pared de un acantilado de 110 m de altura, la llegada a la Grotta di Nettuno resulta inolvidable. Al entrar en esta inmensa gruta, cubierta de estalactitas y estalagmitas de curiosas formas que se reflejan en el agua de las pozas, da la impresión de estar en una catedral obra del mismísimo dios del mar. Ni siquiera el gentío del mediodía disminuye la magia de esta maravilla subterránea.