El centro histórico de Roma, una maraña de plazas animadas, callejuelas adoquinadas, palazzi (mansiones) renacentistas e iglesias barrocas, es la Roma que buscan muchos viajeros. Las románticas calles están repletas de boutiques, restaurantes y bares, y los vendedores de los puestos y los artistas callejeros ocupan las plazas.

Lo mejor en un día

El centro histórico está hecho para pasear tranquilamente. Después de tomar un café en el Caffè Sant’Eustachio, se va al Panteón antes de que lleguen las muchedumbres. A continuación, se baja a la Basilica di Santa Maria Sopra Minerva para observar una obra menor de Miguel Ángel y luego se va a la Galleria Doria Pamphilj, con su colección de maestros antiguos. Se para en la Chiesa del Gesù de camino a almorzar en La Ciambella.

Se continúa hasta Piazza Navona, la principal plaza barroca de Roma. El cercano Museo Nazionale Romano: Palazzo Altemps alberga maravillosas esculturas clásicas, y la Chiesa di San Luigi dei Francesi contiene un trío de Caravaggios. Se completan las visitas del día en el Campo de’ Fiori.

Se cena una pizza deliciosa en el Emma Pizzeria, rematada con un helado en la Gelateria del Teatro. Se termina la noche en alguno de los muchos bares de la zona, p. ej., tomando unos cócteles en el Gin Corner.