Cualquiera podría adorar Venecia por su belleza, pero en Cannaregio lo que a uno le cautiva es su personalidad. Al lado de Strada Nuova se halla el diminuto Gueto, monumento vivo a la contribución de la comunidad judía de Venecia. Entre la gótica belleza de la Madonna dell’Orto y la renacentista de la Chiesa di Santa Maria dei Miracoli, hay algunos de los mejores bares de cicheti (tapas venecianas) y restaurantes de barrio.
La Strada Nova, creada en 1871 rellenando los canales, atraviesa todo Cannaregio y permite ir a pie a las mejores iglesias de la zona: la milagrosa Chiesa di Santa Maria dei Miracoli, toda en mármol; la de I Gesuiti, barroca e imponente; y la Chiesa della Madonna dell’Orto, iglesia del barrio de Tintoretto, decorada con obras de arte del pintor.
Tras un inicio tan divino, podemos sentarnos al sol en Fondamenta de la Misericordia, para tomar buenos cicheti, pizzeta y unos espléndidos vinos en Vino Vero. Luego se puede cruzar el minúsculo puente que lleva al Gueto, corazón de la comunidad judía de Venecia. Para reponer fuerzas se puede optar por unas impade –dulces con almendras molidas– en la panadería kosher Panificio Volpe Giovanni para luego gozar de unas grandes vistas del Gran Canal y descubrir las obras de arte robadas de Ca’ d’Oro.
Conviene seguir el ejemplo de los lugareños que van a tomar el aperitivo al Timon, Al Parlamento o Dodo Caffè. Se podría pasar toda la noche de copas en este ambiente tan romántico, pero vale la pena levantarse para ir a cenar en la Osteria da Rioba donde cocinan con ingredientes de Sant’Erasmo.