El estrecho del Bósforo entre Beşiktaş y Ortaköy acoge espléndidos edificios de la era otomana como Dolmabahçe, Yıldız y Çırağan. Al norte de este bonito recinto palaciego se halla la “Milla de Oro”, zona de lujosos clubes entre los barrios ribereños de Ortaköy y Kuruçeşme, en su día humildes pueblos pesqueros y hoy testigos de inmuebles de máxima categoría.
Para evitar las colas conviene llegar al palacio Dolmabahçe en cuanto abra. Tras realizar la visita guiada y ver el Museo de Pintura de los Palacios Nacionales tómese un té en el çay bahçesi (jardín de té) y luego váyase a Ortaköy en autobús o taxi para almorzar en Banyan o Zuma.
Para empaparse de más patrimonio otomano se puede ir al parque Yıldız para ver el chalé construido por el sultán Abdül Hamit II. Como alternativa, el ala nueva del Museo Naval de Estambul exhibe una espectacular colección de caiques imperiales (barcas de madera ornamentadas). Luego se podría tomar algo en la terraza del Çırağan Palace Kempinski Hotel.
Tras cenar en Vogue hay que ir de marcha a Reina o Sortie, con el puente iluminado del Bósforo como telón de fondo.