Desde la Gare de Perrache hasta el extremo sur de la Presqu’île, donde confluyen el Ródano y el Saona, esta antigua zona industrial combina arquitectura futurista y patrimonio industrial. El elemento central es el Musée des Confluences, cuya pretensión es “contar la historia de la humanidad”. Este nuevo barrio seduce cada vez más a los lioneses, que se acercan para dar un paseo los domingos o descubrir a los DJ del momento el fin de semana, a pesar de que las interconexiones peatonales y en bicicleta aún siguen pendientes…
Se descubre la arquitectura vanguardista del barrio a lo largo de las calles: el Hôtel de Région, el ecobarrio de quai Riboud y Le Cube Orange. Se visita el Musée des Confluences y, se da una vuelta por el Parc de Saône y las orillas del Saona entre barcazas y jardines acuáticos. Si se va con niños, se puede ir a ver las embarcaciones de recreo de la place Nautique o, si llueve, al muro de escalada del centro comercial. Y luego se puede salir del barrio en el Vaporetto. Si se tiene sed de cultura, se visitan las exposiciones de La Sucrière. Por la tarde, se toma el aperitivo en el MOB Hotel y, para cenar, se va al Ti Amo Maria. El fin de semana algunos locales se transforman en clubes: para escuchar a los DJ más de moda hay que ir al Le Sucre.