Norrmalm es el centro moderno de la urbe. Aquí arrancan muchas visitas a la capital. Alberga las principales estaciones de tren y autobús, la Centralstationen y la Cityterminalen, respectivamente. También es donde se concentra la mayoría de las tiendas bonitas, bares (y restaurantes con glamur, hoteles desde funcionales a fabulosos (e instituciones culturales destacadas.
El día empieza con una dosis de arte, cortesía del Nationalmuseum, cuyas colecciones incluyen obras de arte de toda Europa, así como una gran muestra de objetos de diseño escandinavo. Después, se puede admirar el arte de la decoración de interiores con un circuito por el Hallwylska Museet, antiguo (hogar de unos ricos condes que coleccionaban piezas con la intención (de exponerlas al público algún día.
A continuación se cambia de siglo con una visita a la moderna Wetterling Gallery. Aquí es donde los artistas más prometedores (pintores, fotógrafos y cultivadores (de los nuevos medios) se congregan.
Se pasa la tarde en el Medelhavs museet, lleno de arte y objetos fascinantes como instrumentos egipcios o esculturas de las antiguas Grecia y Roma. Tiene un excelente café, aunque también se recomienda una cena de smörgåsbord en el Grands Verandan y rematar con una noche de discoteca en el Café Opera o el Berns Salonger.