El rey bereber Juba II, cuya esposa era hija de Marco Antonio y Cleopatra, fue designado señor de Volúbilis por los romanos y la población se convirtió en una próspera comunidad agrícola donde se producía aceite de oliva, trigo y vino para el ejército. Declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, desde los peldaños de su basílica se pueden observar los mismos campos fértiles y escudriñar el antiguo reino casi sin restricciones de acceso y con contadas explicaciones, si bien atesora excelentes mosaicos y un flamante museo.