Los palacios son un despliegue de cerámica trabajada, diseños florales y decoración tallada y los riads están cubiertos de elaborados estucados. Marrakech es una ciudad arraigada en el arte antiguo y la tradición se mantiene gracias a los artesanos de los zocos y a los artistas contemporáneos de la Ville Nouvelle.
Se recomienda adquirir unas nociones básicas de artesanía antes de visitar los monumentos de Marrakech o recorrer los zocos. El zellij es un mosaico de trozos de azulejo, dispuestos con intricados diseños geométricos, mientras que el zouak es una técnica de madera pintada utilizada en paneles de puertas y techos de madera de cedro.
En los zocos se puede ver cerámica de todo Marruecos, pero la especialidad de Marrakech es la cerámica monocroma en tonos rojos, naranja o grafito. En cuanto a los tejidos tradicionales, hay que buscar la ropa de casa con estampados blancos y azules estilo terz fezzi o la seda bordada de Rabat. No debe dejar de observarse a los mâalems (maestros artesanos) haciendo passementerie (pasamanería), hilando a mano con el hilo colgado de un clavo en una pared del zoco para crear borlas de seda o botones anudados.
Marrakech es el centro del pequeño pero creciente panorama de arte moderno de Marruecos. Los artistas contemporáneos de la ciudad combinan formas elementales con materiales orgánicos tradicionales. El circuito ha prosperado mucho con la Bienale de Marrakech (www.marrakechbiennale.com), iniciada en el 2005. Hoy en la Ville Nouvelle hay varias galerías de arte.