Con más de 1 500 000 km2 de superficie, más de 116 000 km2 de vías fluviales y 10 686 km de costas, Alaska ofrece grandes posibilidades al aire libre. Conviene preparar las aventuras con bastante antelación, ya que adentrarse en la naturaleza puede requerir permisos, hidroaviones y meses de planificación. Las cortas excursiones de día y las salidas a remo permiten echar un vistazo a una de las últimas grandes fronteras del mundo.
Para quienes disponen de poco tiempo o presupuesto resulta difícil acceder a gran parte de la naturaleza de Alaska. La falta de equipamiento especial, la complicada logística de llegar a las zonas remotas y su desconocimiento mantiene a muchos alejados de zonas tan impresionantes como el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico (ANWR en sus siglas en inglés). Para conocer un lugar tan remoto e impoluto puede que sea necesario pagar una buena cantidad de dólares a una compañía de guías.
Pero ello no significa que el viajero no pueda lanzarse en solitario a una travesía por las montañas o un viaje en bote por un fiordo helado. En Alaska hay tantas aventuras que incluso quien tenga el presupuesto más ajustado puede dedicar tiempo a explorar más allá del asfalto.
La mejor manera de adentrarse en la naturaleza del estado es comenzar con una excursión de día en cuanto se sale del ferri o de la Alcan (Alaska-Canadá) Hwy. Después de una primera toma de contacto con los bosques, muchos viajeros se dirigen a las ciudades y pasan el resto de su periplo haciendo viajes de varios días a las zonas más remotas del estado para disfrutar de su vasto entorno.
También hay una amplia oferta para hacer remo, desde ríos tranquilos y lagos hasta remotos fiordos y costas con orillas irregulares y fluctuaciones de la marea. Alaska es un paraíso helado para los que practican kayak. Los remeros de pala doble pueden perderse fácilmente en una naturaleza acuosa, lejos de los barcos a motor y los cruceros, y quedarse mirando un glaciar o ver crías de foca acurrucarse en los icebergs desde el nivel del mar. Las excursiones en el Parque Nacional de Denali son algunas de las mejores de Alaska, pero en su mayoría no tienen senderos marcados (sin salidas de varios días).
Incluso si uno no tiene ningún deseo de cargar con una pesada mochila, no debe perder la oportunidad de pasar un día de excursión por uno de los cientos de senderos en buen estado y fáciles de seguir que salpican todo el estado. A solo cinco manzanas del capitolio del estado está el comienzo del sendero por el Mt Roberts, mientras que el Servicio Forestal de EE UU mantiene otras 29 rutas accesibles desde el sistema de carreteras de Juneau. Anchorage también dispone de numerosos senderos. Tras un breve trayecto desde el centro, el viajero puede encontrarse en el comienzo de un sendero rodeado de árboles en el Parque Estatal Chugach, donde un camino le llevará hacia la montaña. Skagway, Girdwood, Seward y Sitka también disponen de numerosos senderos cercanos a las calles principales.
Estas son algunas de las mejores excursiones de día cerca de la ciudad:
Mt Roberts Trail Vistas estupendas, con altibajos y vida silvestre. Se accede desde el centro de Juneau.
Deer Mountain Trail Sendero de 4 km desde el centro de Ketchikan a la cima del monte Deer.
Perseverance Trail De casi 5 km, sale de Basin Rd en Juneau, ofreciendo historia local y paisajes espectaculares.
Turnagain Arm Trail Una excelente excursión por el Bosque Nacional de Chugach a pocos kilómetros de Anchorage.
Mt Marathon Trail Hay varias maneras de subir esta montaña de 921 m con vistas sobre el centro de Seward, pero todas terminan en una paradisíaca bañera alpina detrás del pico.
Si el viajero no tiene la experiencia suficiente para aventurarse por su cuenta –o la logística para visitar lugares remotos como el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Alaska–, las compañías de guías le ayudarán a hacerlo. Ya sea para subir el Denali, hacer kayak en la bahía de los Glaciares o pedalear de Anchorage a Fairbanks, hay un agente deseando establecer un itinerario, proveer de material y guiar al viajero.
Alaska Hike Search (www.alaskahikesearch.com) Información sobre los senderos alrededor de Anchorage y el sur del centro de Alaska.
Alaska Department of Natural Resources (www.dnr.state.ak.us/parks/aktrails) Información sobre los senderos en cada esquina del estado.
Departamento de Caza y Pesca de Alaska (www.adfg.alaska.gov/index.cfm?adfg=educators.notebookseries) El excelente Wildlife Notebook cubre todas las especies principales de animales y aves del estado.
Knik Canoers & Kayakers (www.kck.org) Recomendaciones, consejos de seguridad y contactos. Una buena web para cualquiera que piense en aventurarse a remo por Alaska.
SEAtrails (www.seatrails.org) Descripciones cortas y mapas descargables de más de 80 senderos en 19 comunidades del sureste de Alaska.
Sitka Trail Works, Inc (www.sitkatrailworks.org) Mapas detallados de unos 20 senderos alrededor de Sitka.
Trail Mix, Inc (www.trailmixinc.org) Información de senderos en Juneau y alrededores.
Hay una serie de rutas por todo el estado que sirven como excelentes avenidas hacia la naturaleza para hacer travesías de varios días sin guía.
Todos los organismos que supervisan terrenos públicos en Alaska, como el Bureau of Land Management (BLM), el National Park Service (NPS) o la Alaska Division of Parks, mantienen cabañas rústicas en áreas remotas. Las cabañas no son caras (25-50 US$ /noche), pero tampoco son de fácil acceso. A la mayoría hay que llegar en hidroavión y otras son accesibles a pie, en barco o a remo.
Muchas tienen que reservarse con seis meses de antelación. Algunas son tan solicitadas que se ha puesto en marcha un sistema de lotería. Otras se van llenando por orden de llegada. Según la cabaña hay que llevar todo lo que uno llevaría en una travesía de una noche, excepto la tienda de campaña.
Bosque Nacional Tongass (907-586-8800; www.fs.usda.gov/tongass) Más de 100 cabañas por el sureste.
Bosque Nacional Chugach (907-743-9500; www.fs.usda.gov/chugach) Sus 21 853 km2 de naturaleza cubren el este de Kenai, el delta del río Copper y el Prince William Sound. Dispone de más de 40 cabañas.
Alaska Division of Parks (907-269-8400; http://dnr.alaska.gov/parks) Tiene 66 cabañas y ocho cabañas de hielo distribuidas desde el Parque Estatal Point Bridget, cerca de Juneau, hasta el área recreativa estatal del río Chena (Chena Hot Springs Rd; cabañas 35-60 US$), al este de Fairbanks.
Bureau of Land Management (BLM; 907-271-5960; www.blm.gov) Gestiona 14 cabañas en el área recreativa nacional del monte White (800-437-7021, 877-444-6777; www.recreation.gov; GPS: N 65°25.650’, W 147°14.602’; 25 US$/noche), al norte de Fairbanks, y cuatro más en el Iditarod National Historic Trail.
Departamento de Caza y Pesca de Alaska (licencias907-465-2376, oficina principal 907-465-4100; www.adfg.alaska.gov) Tiene cabañas en remotos lagos para pescar en el interior.
US Fish & Wildlife Service (USFWS; 907-271-6198; www.fws.gov) Tiene siete cabañas en la isla de Kodiak en el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Kodiak y 16 cabañas en Kenai.
National Park Service (907-983-2921; www.nps.gov/state/ak) Mantiene tres cabañas en el Parque Nacional de los Fiordos de Kenai, accesibles en hidroavión o taxi acuático.
Es la solución de alojamiento más económica. Es tan popular que muchas comunidades ofrecen servicios en los límites de las ciudades y hay zonas de camping no oficiales por todas partes. Muchas zonas de descanso de la autovía se usan tanto como puntos oficiales de acceso a campings como zonas no oficiales de acampada con el coche.
El mejor lugar para hacer camping es el que está alejado de las ciudades en las zonas públicas operadas por la Alaska Division of Parks, el Servicio Forestal de EE UU (USFS) o el Bureau of Land Management (BLM) en el norte. El sistema estatal de parques mantiene decenas de lugares rústicos de acampada por toda Alaska (desde gratis a 45 US$/noche en los más populares). La mayoría no aceptan reservas; algunos tienen tomas para autocaravanas, agua corriente y baños; otros son simples descampados.
El remo es una forma de vida en Alaska y cada región ofrece la posibilidad de remar en canoa o kayak, o ambas opciones. Tanto el sureste de Alaska como Prince William Sound ofrecen oportunidades de practicar kayak, mientras que en Fairbanks y la zona ártica se puede disfrutar de algunas de las mejores aventuras por la naturaleza en canoa del país.
En Alaska, “agua azul” se refiere a las zonas costeras del estado que se caracterizan por las fluctuaciones extremas de las mareas, por ser aguas frías y la posibilidad de fuertes vientos y oleaje. Por todo el sureste y la parte sur central, la canoa abierta se sustituye por el kayak y el remo en agua azul es la forma de escaparse a zonas costeras como Muir Inlet en el Parque Nacional de la Bahía de los Glaciares o Tracy Arm-Fords Terror, al sur de Juneau.
Si uno no sabe cómo hacer una entrada húmeda en un kayak (o no sabe lo que es una entrada en kayak), es recomendable que viaje con un guía; conocen las mareas, la naturaleza y cómo mantenerse a salvo.
Las fluctuaciones de las mareas son la preocupación principal en las zonas costeras. Los remeros deben arrastrar sus embarcaciones siempre por encima de la marca de marea alta y llevar el cuaderno de control de mareas en el mismo bolsillo que su mapa topográfico. La fría agua costera, rara vez por encima de los 7°C en verano, convierte volcar en algo peor que desagradable. Con un chaleco salvavidas, el tiempo de supervivencia en el agua es inferior a 2 h; si no, se reduce a cero. Si el kayak se da la vuelta, uno tiene que procurar no perderlo, darle la vuelta y volver a subir. Intentar nadar a la orilla en aguas árticas es muy arriesgado.
Las mochilas con estructura metálica son inútiles en un kayak; es mejor guardar el material en una bolsa estanca o en pequeñas mochilas de día. Conviene llevar bolsas de plástico de distintos tamaños, incluidas varias bolsas de basura. Todo el material, sobre todo los sacos de dormir y la ropa, debe guardarse en bolsas de plástico (o bolsa estanca si se tiene), ya que el agua tiende a traspasar incluso cuando uno se enfunda en una cubrebañera. Las botas de goma por encima de la pantorrilla son el mejor calzado para entrar y salir del kayak.
Los ríos de Alaska varían, pero comparten características que no se dan en los ríos de otros lares: el nivel del agua tiende a cambiar rápidamente y muchos tienen cursos muy trenzados y llenos de piedras. Hay que prestar atención al elegir el canal adecuado para no pasarse el día sacando la embarcación de las piedras. En caso de volcar la canoa se puede sobrevivir, pero es bueno tener un plan de acción por si pasa.
Gran parte del equipo para remar en canoa de aguas bravas es el mismo que el que se usa en aguas azules. Es conveniente atarlo todo, pues nunca se sabe cuándo se va a chocar con un remolino o una serie de ondas estacionarias. Hay que llevar chaleco salvavidas siempre. Muchos remeros llenan sus chalecos de repelente de insectos, cerillas impermeables y otro material de supervivencia por si vuelcan y se separan de la embarcación.
Los largos días, las temperaturas frescas, la falta de autovías interestatales y el creciente número de senderos asfaltados alrededor de las ciudades como Anchorage, Juneau y Fairbanks hacen que Alaska sea una tierra de oportunidades para los ciclistas.
Muchas carreteras no tienen demasiado arcén y muchas son bastante irregulares incluso asfaltadas; los ciclistas deben circular en horas de luz. No es necesario llevar mucha comida, ya que es fácil aprovisionarse en las carreteras principales.
Los clubes de ciclismo más importantes de Alaska son los mejores proveedores de mapas y actualidad de eventos:
Arctic Bicycle Club (907-566-0177; www.arcticbike.org)
Bike Anchorage (907-891-8906; www.bikeanchorage.org)
Fairbanks Cycle Club (www.fairbankscycleclub.org)
Juneau Rides (https://juneaurides.org)
Con una bicicleta de montaña se puede explorar un casi interminable número de caminos sin asfaltar, caminos de mineros e incluso hacer excursiones por senderos que nunca se considerarían con una bicicleta de carretera.
Es conveniente llevar siempre un cortaviento impermeable ligero y una capa aislante, ya que en Alaska el tiempo cambia rápido y el terreno también. Incluso cuando se alquila una bicicleta, hay que asegurarse de que se puede reparar un pinchazo con una cámara de repuesto y de que se dispone de herramientas. El agua (imprescindible, como la comida energética) conviene transportarla en una bolsa de hidratación.
Alrededor de Anchorage hay mucha actividad de bicicleta de montaña y se pueden encontrar varias tiendas de alquiler. Para sentir el camino irregular, los ciclistas de montaña van al parque Kincaid y al parque Far North Bicentennial. En el Parque Estatal Chugach, el Powerline Pass Trail es un viaje circular de casi 18 km por las montañas, mientras que el popular Lakeside Trail, de casi 22 km, es un paseo suave alrededor del lago Eklutna.
El paso de Resurrección, río Ruso y paso de Johnson Pass en el Bosque Nacional Chugach son frecuentados por los ciclistas que se salen de la carretera en la península de Kenai. Al norte de Anchorage, el paso de Hatcher es un refugio de actividad de bicicleta de montaña, con ciclistas siguiendo Archangel Rd (también conocida como Archangel Valley), el Craggie Creek Trail y el Gold Mint Trail hacia glaciares y viejas minas en las montañas Talkeetna.
La zona más popular para ciclistas cerca de Fairbanks es el área recreativa estatal del río Chena, mientras que en Juneau los ciclistas van al Perseverance Trail, cerca del centro, y el Montana Creek Trail, cerca del glaciar Mendenhall.
Desde Valdez, hay que ir por Mineral Creek Rd para disfrutar de excelentes vistas.
Si el viajero puede cargar con equipo en su bicicleta (saco de dormir, comida y tienda de campaña), puede participar en diversos viajes pasando una noche fuera o jornadas más largas. Denali Park Rd, de 148 km, no es accesible en automóvil, pero se puede explorar en una bicicleta de montaña. Otro camino sin asfaltar para una aventura de ese tipo es la Denali Hwy de 217 km de Paxson a Cantwell.
Si uno busca la aventura definitiva en bicicleta, puede preparar sus piernas (y sus posaderas) para el arenoso e implacable viaje de 666 km por la Dalton Hwy, a través de taiga, atravesando la cordillera de Brooks.
Dicen que en Alaska basta lanzar la caña para pescar, pero los pescadores serios estudian cuidadosamente las zonas donde piensan hacerlo y llegan equipados con el material y aparejo adecuados. A menudo pagan para tener guías o reservan una habitación en campamentos remotos o refugios donde los ríos no son transitados por cada conductor que pasa.
Quienes planeen viajes por la naturaleza deben preparar una caña que se pueda doblar en cuatro o cinco partes y que venga con un carrete ligero. En las zonas remotas del sureste y el sur central, los pescadores de caña pueden tener como objetivo la trucha degollada, la trucha arcoíris y la Dolly Varden. Más al norte, sobre todo en los alrededores de Fairbanks, pueden pescar tímalo, con aleta dorsal en forma de vela, y trucha ártica. En agosto hay salmón por todas partes.
Un carrete de cara abierta con pita ligera –entre 2 y 4 kg– y una pequeña selección de cebos artificiales y cucharillas permiten pescar en una amplia variedad de aguas. Para la pesca con mosca, un carrete de peso 6 con línea flotante o de hundimiento es adecuado para Dolly Vardens, truchas arcoíris y tímalos. Para el salmón, un carrete de peso 7 u 8 son mejores opciones. Se puede comprar el cebo y la mosca que usan los locales al llegar.
También es necesaria una licencia de pesca. Una para no residentes cuesta 145 US$ al año (se puede comprar para 1/3/7/14 días por 25/45/70/105 US$). Todas las tiendas de cebo del estado las venden; también se pueden comprar por internet a través del Departamento de Caza y Pesca de Alaska.
Muchos pescadores contratan un chárter de pesca. Unirse a un capitán en un barco puede resultar caro, dado el precio del combustible (cabe esperar al menos 200 US$ por persona para un viaje de 4-6 h, y estos son precios para viajar en grupo). Aun así, el conocimiento local es la mejor inversión que el viajero puede hacer para conseguir un pez en su anzuelo. Las comunidades con grandes flotas de capitanes de chárter incluyen: Homer, Seward, Petersburg, Kodiak y Ketchikan, donde el fletán es de los más solicitados por los visitantes. Hay que ir a Soldotna para conseguir un salmón real de más de 20 kg en el río Kenai.
Si el dinero no es problema, desde ciudades como Anchorage y Fairbanks hay disponibles viajes de pesca en avión. Utilizan pequeñas avionetas para llegar a lagos y ríos en la naturaleza y pasar un día pescando salmón y trucha de cabeza de acero. Es un viaje caro –normalmente al menos 500 US$ por persona–, pero la pesca es increíble.
A pesar de que los glaciares estén derritiéndose, el senderismo por glaciares sigue siendo una actividad popular en Alaska. La mayoría de los que hacen senderismo en un glaciar por primera vez imaginan una superficie suave y resbaladiza, pero el hielo es muy rugoso y tiene gravilla y rocas incrustadas que le proporcionan una espectacular tracción. Hay varios glaciares accesibles desde la carretera, como el glaciar Matanuska.
Los glaciares son peligrosos. No solo tienen puentes de hielo y fisuras sino que también se mueven. Los que no tienen nieve en la cima están bien para un viaje corto sin equipo técnico. Los que sí tienen nieve, pueden tener puentes. No es aconsejable aventurarse más lejos de los límites sin una cuerda, una sierra para hielo y conocimientos básicos sobre cómo andar por un glaciar.
La mejor opción es ponerse en contacto con una agencia que ofrezca esta actividad. En las salidas de este tipo, el viajero llevará un casco, crampones y una sierra de hielo, e irá atado a una cuerda de varios kilómetros.
En verano, los glaciares son el destino principal de los escaladores de hielo. En las cascadas y las paredes de hielo los escaladores se ponen los crampones y los cascos y se cargan con cuerdas, sierras de hielo y anclas. Los viajeros más inexpertos deben apuntarse a una clase de un día sobre escalada en hielo, durante la que el guía les llevará a una cascada de hielo y les enseñará como utilizar los crampones, clavar la punta de la bota y usar las herramientas para el hielo.
Algunas agencias que ofrecen excursionismo por los glaciares y escaladas en hielo:
Above & Beyond Alaska, de Juneau, hace una excursión y escalada de 8 h por el glaciar Mendenhall.
St Elias Alpine Guides, con base en el pequeño McCarthy, ofrece excursiones de medio día y día entero en el glaciar Root y escalada por el hielo.
MICA Guides, de Sutton, ofrece caminatas en el glaciar Matanuska.
Ascending Path, de Girdwood, ofrece excursiones por el glaciar Midnight Sun que empiezan a las 20.00 y usa el glaciar Byron para las escaladas en hielo.
Exit Glacier Guides es una agencia de lujo, situada en Seward, para explorar el glaciar Exit del Parque Nacional de los Fiordos de Kenai.
En Alaska son muy populares tanto las aguas bravas como las expediciones de rafting. El río Nenana, a las afueras del Parque Nacional de Denali es la meca para los buscadores de emociones en aguas bravas, con agencias como Denali Outdoor Center que ofrecen salidas diarias de rafting en verano por rápidos de clase IV. La temporada alcanza su clímax el segundo fin de semana después de las vacaciones del 4 de julio, cuando se celebra el Nenana River Wildwater Festival, dos días de carreras y un rodeo en aguas salvajes. Hay otros ríos que atraen a los entusiastas de las aguas bravas como el río Lowe cerca de Valdez, Sixmile Creek con rápidos de clase V cerca de Hope, el río Matanuska al este de Palmer y el río Kennicott cerca de Kennecott.
Las expediciones de rafting son viajes de varios días por zonas naturales. Aunque es posible encontrar aguas bravas, la barca se usa principalmente como medio de transporte. Gracias en parte a la publicidad generada por la controversia sobre la perforación en búsqueda de petróleo, el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico es muy famoso entre los viajeros que buscan este tipo de experiencia en zonas remotas. Arctic Treks (907-455-6502; www.arctictreksadventures.com; 4100-5300 US$) ofrece un viaje de 10 días por el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico por el río Hulahula que cuesta 5200 US$ por persona. El viaje por el río Tatshenshini-Alsek comienza en el Territorio del Yukon y termina en el Parque Nacional de la Bahía de los Glaciares.
Denali y el resto de las montañas altas de Alaska llaman la atención de los escaladores de todo el mundo.
La escalada se ha hecho muy popular en los últimos años. Casi todos los fines del verano se pueden ver escaladores por las rutas provistas de bulones sobre la Seward Hwy por Turnagain Arm. Fuera del glaciar Byron, varias rutas adornan una pared de losa negra pulida por el glaciar.
Los escaladores de Fairbanks se dirigen a las formaciones de caliza conocidas como Grapefruit Rocks, o preparan la tienda de campaña y el saco de dormir para ir al Granite Tors Trail Loop saliendo de Chena Hot Springs Rd. Una excursión de 11 km pasa por una serie de pináculos de granito de unos 30 m de altura en medio de la naturaleza.
Se puede conseguir equipamiento de escalada en Alaska Mountaineering & Hiking, en Anchorage, o en Big Ray’s (907-452-3458; www.bigrays.com; 507 2nd Ave; 8.00-20.00 lu-vi, 9.00-19.00 sa, 10.00-18.00 do), en Fairbanks.
Alaska Mountain Guides & Climbing School tiene una escuela de escalada en Haines y opera expediciones a grandes altitudes a Denali, el monte Fairweather y otros picos.
Alaska Mountaineering School de Talkeetna está especializada en el Denali.
St Elias Alpine Guides cubre el monte Blackburn y otros picos en el Parque Nacional de Wrangell-St Elias.
Lo último que uno asocia con el gélido norte es el surf. Hasta ahora. Según un artículo de la revista Surfer sobre la práctica de surf en Alaska, la primera tienda de surf del estado, Icy Waves Surf Shop, abrió en Yakutat, lo que llamó la atención de la cadena de noticias CBS, que mandó un equipo de reporteros a la remota localidad. El fragmento de 20 min de Yakutat en el programa de noticias Sunday Morning la impulsó a primer plano transformándola en la “ciudad del surf de Alaska”.
Debido a sus grandes olas y las playas semidesiertas, Yakutat fue nombrada una de las cinco mejores localidades de EE UU para practicar surf por la revista Outside. Los aficionados visitan ahora cada verano la capital de este deporte de Alaska para unirse a unos 20 lugareños para “hacer surf bajo St Elias”, el cercano pico de 5486 m. Las mejores olas se encuentran de mediados de abril a mediados de junio y de mediados de agosto a mediados de septiembre, y ¡el agua no está tan fría! La corriente de Japón sube las temperaturas veraniegas del entorno a los 18°C, mientras que el resto de la temporada suelen estar a 7-13°C.
Los amantes del surf también llegan a las playas de Sitka y Kodiak. La ‘gran isla’ de Alaska tiene un número casi interminable de lugares donde hacer surf, pero la mayoría de los surfistas se dirigen a las playas entorno a Pasagshak Point.
Para hacer un viaje de surf al estilo de Alaska, el viajero tiene que preparar un neopreno con capucha, escarpines y guantes, y muchas veces llevar casco. También hay que estar prevenido de los osos pardos que a menudo merodean por las playas en busca de cangrejos arrastrados por las olas, salmones y otros alimentos. Los surfistas han visto aquí ballenas, nutrias de mar e incluso grandes trozos de hielo si se lanzan a las olas poco después del comienzo de la primavera.