En tiempos prehistóricos, mamuts, tigres dientes de sable y lobos gigantes solían deambular por la sabana de LA. Lo sabemos gracias al tesoro arqueológico de huesos y cráneos que se descubrió en La Brea Tar Pits, uno de los yacimientos más famosos y fecundos del mundo. Allí se alza un museo donde generaciones de cazadores de dinosaurios han acudido en busca de fósiles y a aprender paleontología de sus docentes y en sus laboratorios.