Explora lo mejor en viajes 2024
Una de las mayores recompensas de navegar por el océano Antártico es la posibilidad de ver ballenas durante su migración en estas aguas ricas en kril. Navegar junto a la orilla en una zódiac no es lo mismo, pues no se está lo bastante cerca para disfrutar del “baño de la ballena”: el cetáceo exhala con un sorprendentemente fuerte “¡fffffffffffffffff!” al lado del barco y deja a los pasajeros envueltos en una niebla con olor a pescado. Junto a la orilla helada puede haber manadas de orcas en plena caza.