Bellos paisajes, poblaciones fronterizas, ciudades modernas y elegantes e interesantes vestigios del pasado imperial manchú.
Comenzando en Beijing, se pasan unos días explorando las ciudades costeras amuralladas de Shānhǎiguān y Xīngchéng de camino a Dàlián. Se necesitarán varios días para ver los puntos de interés de Dàlián, incluido el puerto histórico de Lǚshùn. Se puede ir a Dāndōng, en la frontera con Corea del Norte, para hacer un circuito en barco por el río Yālù, probar comida norcoreana y visitar la Gran Muralla de la Montaña del Tigre. Considérese un viaje en tren y autobús al lago del Cielo en Chángbái Shān (la mayor reserva natural de China) pasando por Tōnghuà. El impresionante lago volcánico (accesible solo de mediados de junio a septiembre) se extiende a ambos lados de la frontera. Otra opción es ir en tren a Shěnyáng y visitar el Palacio Imperial de los Qing y la tumba de Huang Taiji. Luego se toma un autobús o tren a Harbin para maravillarse de su patrimonio ruso y judío. Se puede continuar al “pueblo del Polo Norte” de China para intentar ver la aurora boreal o el sol de medianoche en Mòhé.