Las montañas, playas, comida callejera y el ambiente cosmopolita de Busan, la segunda metrópolis de Corea, la convierten en una de las ciudades más placenteras del país. Su principal atractivo es la lonja de pescado de Jagalchi, donde se compra y come el género más fresco. Tampoco hay que perderse el amanecer en la playa de Haeundae; la deslumbrante arquitectura del Centro de Cine de Busan; probar el sulbing, un postre del lugar; y tomarse unos tragos de soju en algún bar callejero.