En Manila se toma un autobús directo al norte, hasta Baguio, la capital veraniega de Filipinas y puerta de entrada a La Cordillera. Algunos museos de la ciudad ofrecen fascinante información etnográfica.
En Baguio se toma otro autobús hasta Kabayan, centro de la cultura ibaloi y base para visitar el Parque Nacional del Monte Pulag. Luego toca Sagada, un tranquilo pueblo de mochileros con temperaturas frescas y excursiones de primera.
Las terrazas en forma de anfiteatro de Maligcong son la siguiente parada. Se recomienda ir en todoterreno hasta Bontoc y explorarla durante el día, o bien dormir en la cercana Mainit. Se pueden hacer excursiones por las aldeas kalinga.
Desde Bontoc hay que ir a Banaue y Batad, donde se hallan los arrozales en bancales más famosos de Luzón. Se recomienda pasar una o dos noches en una casa particular.
Para descansar del viaje se toma un autobús hasta San José, donde hace transbordo para ir a Baler, la ciudad del surf.