Visitar Taman Negara equivale a retroceder en el tiempo y conocer esta tierra tal y como era antes de que llegara la civilización y reemplazara la selva primigenia por plantaciones de aceite de palma y de caucho. En esta selva oscura unos árboles ancestrales con gigantescas raíces empequeñecen a hongos luminiscentes, orquídeas y una flora atractiva. Este es el hogar de elefantes, tigres y leopardos, pero también de otras maravillas más pequeñas, como ardillas voladoras, lagartos, monos, ciervos, tapires y serpientes.