La vida nocturna de Belgrado es auténtica, ecléctica y salvaje sin complejos. Desde los clubes ribereños que retumban hasta el amanecer a descarnados bares underground donde suenan ritmos techno, la capital de Serbia sabe ir de fiesta. Bebidas económicas, ambiente discreto y unos juerguistas residentes, la convierten en el paraíso de la máxima fiesta nocturna de Europa. ¿Dormir? está sobrevalorado. En Belgrado, la noche nunca termina.
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✩ Lo mejor para clubes recónditos y sonidos ‘underground’
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Cultura de día, salas de baile de noche
Pocas ciudades pueden emular la desbordante energía del Belgrado nocturno. Al caer la noche, la sorprendente arquitectura brutalista y los singulares espacios industriales que conforman la distintiva silueta de la capital de Serbia se transforman en el crudo trasfondo ideal para una noche inolvidable para bailar, beber e ir de bar en bar sin descanso.
Belgrado se asienta en la confluencia de los ríos Danubio y Sava, y es fácil que las noches de fiesta empiecen y terminen en las animadas orillas del río. De día, barrios industriales como Savamala exhiben galerías de arte, espacios creativos y cafés. De noche, los locales cobran vida – como KC Grad, situado en un almacén reconvertido y que celebra más de 200 espectáculos musicales anuales, combinando ambiente industrial y energía cultural.
Con los años, incluso el puerto de la ciudad ha pasado de ser un vasto recinto industrial a un excelente centro cultural. Un antiguo hangar de carga ahora alberga el imprescindible club nocturno Hangar Luka Beograd, donde los mundos del arte y la música cobran vida hasta altas horas de la madrugada en una mezcla continua de música electrónica y espectáculos de luz. En marzo, los hangares del puerto constituyen el escenario del Festival Illusion, una serie de espectáculos y artes visuales y música que atraen a figuras destacadas de todo el mundo.

Splavovi en Belgrado. ©e2dan/Shutterstock
Llevar la fiesta al agua
Los ríos también albergan los legendarios splavovi de Belgrado: clubes nocturnos flotantes. Nacidos de la relativa prosperidad que siguió a las guerras yugoslavas de la década de 1990, estos bares y clubes flotantes se han ganado una posición icónica como lugares de fiesta. Recientemente, muchos se han trasladado desde el centro al barrio más tranquilo de Zemun, a 15 min en coche desde la plaza de la República. En verano, uno de los más concurridos es Leto, famoso por sus noches de pop, funk y R&B;o Lasta, donde las matinées dominicales mantienen la fiesta todo el día.
Lejos del agua, la fiesta continúa por toda la ciudad. La tradición serbia se despliega en los pubs kafana, donde se fusionan a la perfección comida, bebida y música en vivo. Platos clásicos como el cevapi (kebab asado), ricos panes, ajvar (salsa de pimiento rojo asado) y encurtidos son el mejor combustible para una noche larga. En Skadarlija, el histórico barrio bohemio, bautizado como el "Montmartre del Belgrado", las hermosas calles adoquinadas llevan a kafanas icónicos como Dva Jelena y Tri šešira. Un local popular para poetas y escritores yugoslavos empobrecidos durante el s. xx, Tri šešira fue donde solía encontrarse al famoso poeta serbio Đura Jakšić levantando una copa.

Skadarlija, barrio bohemio. ©aliaksei kruhlenia/Shutterstock
Explorar el paisaje sonoro de la ciudad
Tras llenar el estómago, un corto paseo lleva del bohemio Skadarlija a Cetinjska. Originalmente una cervecería abandonada y un inmenso aparcamiento, esta zona ha ganado popularidad en la última década y ahora florece como un centro de vida nocturna cubierto de grafitis. Bares como Berlin Monroe, Sprat y Polet han marcado su escena nocturna con un ambiente relajado y underground, apreciado por los residentes para salir de fiesta y con DJ que pinchan todo tipo de música: desde rock y música ambiental a R&B y hip-hop.
Bajando por la calle, el moderno barrio de Dorćol es otra zona ideal para ir de bar en bar. Aquí la cerveza artesanal es excelente con establecimientos de primera como Gunners Pub, Krafter Bar y Das Boot, que sirven una selección rotativa de cervezas de barril. Las coctelerías también son populares, especialmente el clandestino Druid Bar.

Barrio modeno de Dórcol. ©kokixx/Shutterstock
Para los que buscan un ritmo más fuerte, Drugstore es de visita obligada. En un antiguo matadero, este club nocturno ha alcanzado el estatus de culto en la ciudad: empieza hacia las 2.00, con música techno y electrónica, y continua hasta bien entrado el domingo por la mañana. Como muchos otros locales de Belgrado, con su aspecto industrial es fácil pasarlo por alto, hay que estar atento a las multitudes que se congregan fuera.
En caso de agotarse las entradas, el contiguo Karmakoma también ofrece noches de trance y techno que duran hasta después del amanecer. Y lo mejor de todo, los locales son íntimos y llenos de residentes dispuestos a demostrar por qué la ciudad es el corazón palpitante de la escena nocturna de Europa.

Vista del río Sava junto a la Catedral de San Miguel. ©e2dan/Shutterstock
Momento memorable
A las 3.00 de una mañana fría de octubre, la lluvia comienza a caer con fuerza en el exterior del Karmakoma Club, en un extremo de la ciudad, pero a ninguno de los fiesteros le importa. El 'acid trance' retumba en los altavoces mientras una multitud íntima baila entre remolinos de humo de cigarrillo. La fiesta no decae. Es puro placer hedonístico en su máxima expresión.