La isla de Vancouver y su momento de gloria
Con menos de un millón de habitantes, se ha convertido en un atractivo centro de playas de surf, montañas boscosas, pequeños viñedos, proyectos comunitarios de senderos, ensenadas plácidas para recorrer en kayak y restaurantes con productos de proximidad.
Vida de isla
La isla de Vancouver es un lugar ideal para poner el contador a cero y ver qué depara el mundo: despreocupada, poco urbanizada y más pausada que la Columbia Británica continental.
El sur de la isla acoge Victoria, la capital de baja altura de la Columbia Británica, con el clima más suave de Canadá y unos pubs y salones de té que recuerdan con cariño sus vínculos con el Reino Unido.
Más allá de Victoria, la cultura es más antigua y diversa. La isla de Vancouver es hogar de 50 grupos nativos americanos diferentes, con sus leyendas cosidas al tejido de la tierra, desde los emblemáticos tótems de Duncan a los valiosos artefactos del U’mista Cultural Centre de Alert Bay.
Y con abundancia de grandes animales, la isla es como un zoo en la naturaleza. Los osos negros están por doquier, las ballenas y las orcas emergen de las aguas que bañan Victoria o Tofino, y, aunque pocos lo sepan, la isla asegura tener la población más densa de pumas de Norteamérica.
En bicicleta
Aunque la red de carreteras de la isla no es especialmente amplia, sí que hay muchos caminos para ciclistas que van mejorando año tras año. Victoria está a punto de completar una red de carriles bici de 32 km en el centro urbano, y en la costa oeste se han invertido 51 millones de dólares canadienses en una maravillosa ruta ciclista de 25 km que comunica los pueblos surfistas de Ucluelet y Tofino. El camino, apsčiik tašii en el idioma local, atraviesa el Pacific Rim National Park sin apartarse mucho de la costa y abrirá oficialmente en el 2022.
Sentido de comunidad
Además de un destino para ciclistas, Tofino es el típico pueblo de la isla de Vancouver, orgulloso de su comunidad y concienciado con ella: pequeña, espléndida y desacomplejada en su apoyo a los negocios locales por encima de las marcas genéricas. ¡Aquí no hay franquicias de comida rápida!
Expuesta como está a todo el poderío del Pacífico, es también la capital del surf de Canadá y, en los últimos años, se ha convertido en un centro de observación de tormentas en invierno.
Mientras tanto, una campaña comunitaria de mayor envergadura está dando los últimos toques a un sendero multiuso de 770 km que recorre la isla de punta a punta, de Oak Bay a Cape Scott. Desarrollar el así llamado Vancouver Island Trail (VIT) ha sido un enorme compromiso asumido principalmente por voluntarios. Al conectar los caminos existentes a lo largo de líneas ferroviarias en desuso con secciones más nuevas sobre un territorio más abrupto, la tarea de desbrozar toda la ruta empezó en el 2009 y debería estar acabada en el 2022.
Después de más de un año de confinamientos y restricciones, la isla de Vancouver es el lugar perfecto para redescubrir las libertades sencillas de la vida y gozar de la espontaneidad de la salvaje costa oeste de Canadá.