Soñamos con volar al otro lado del mundo pero cuando llegamos al destino, tardamos un par de días en estar “operativos”. Es el famoso jet lag, un mal menor que cada viajero combate como puede. Aquí van algunos consejos de viajeros expertos para reducirlo al máximo y recuperarnos lo antes posible del brusco cambio horario.
El reloj corporal de un viajero necesita tiempo –desde unos días hasta unas semanas dependiendo de la persona– para adaptarse al nuevo entorno y el nuevo horario.
Ideas para facilitar el 'jet lag'
Antes de llegar al destino:
• Dormir bien antes de comenzar el viaje
• Evitar las bebidas alcohólicas y la cafeína
• Beber mucha agua
• Intentar dormir durante el viaje
• Comer muchas veces y poca cantidad; si se puede, consumir fruta y/o verduras frescas en vez de la comida del avión
• Llevar ropa cómoda y evitar las prendas que aprietan demasiado
• Intentar pasear por el avión
• Usar gafas de sol para ‘engañar’ al reloj interno.
Al llegar al destino:
• Salir a la calle para que la luz del sol ayude a reprogramar el reloj corporal
• Intentar seguir el horario del destino; si es de noche, dormir aunque no se tenga sueño, y si es de día, tomar café o té y acostarse pronto
• Intentar mantener una rutina a la hora de acostarse durante la estancia en el nuevo destino
• Utilizar técnicas de relajación; también hay ciertas sales de baño y productos que ayudan a combatir el jet lag
• Bajo supervisión médica puede recurrirse a algún medicamento para el insomnio ocasional que evite dar vueltas en la cama sin poder dormir. Se tardará más en adaptarse, pero no se sufrirá estrés.