Cosas que solo están en Buenos Aires

Buenos Aires, Argentina
Delia Millán Martínez

7 ideas para un viaje distinto a la capital argentina

Una vez que se ha visitado la Casa Rosada y el cementerio de la Recoleta, después de haberse comido un buen bistec en un asador y disfrutado de un partido de fútbol del River Plate o el Boca Juniors... ¡Queda toda la ciudad de Buenos Aires para conocer y disfrutar! Lonely Planet sugiere experiencias auténticamente porteñas.

1. Tierra Santa en Buenos Aires

¿Se busca una experiencia realmente kitsch? No hay que perderse el “primer parque temático religioso del mundo” donde se puede asistir a la resurrección cada media hora.

2. Museo del Patrimonio Aguas Argentinas

Bonitos azulejos, tuberías de cerámica y bidés y retretes antiguos se alojan en este pequeño y curioso museo. El ingeniero sueco Karl Nyströmer y el arquitecto noruego Olaf Boye colaboraron en la creación de este bello y ecléctico edificio. El llamado Palacio de las Aguas Corrientes data de 1894 y ocupa una manzana entera. Rematada por techos a la mansarda, la fachada del edificio contiene 170 000 azulejos y 130 000 ladrillos esmaltados, todos enviados desde Inglaterra y montados en la obra.

3. Aprender a jugar al polo

Pocas cosas hay tan típicas de Argentina como el polo, y pocos viajeros pueden decir que han montado a caballo y aprendido a jugar al polo durante las vacaciones. Si se suma la tradición de gauchos y caballos de Argentina a la influencia británica se entenderá por qué aquí se juega el mejor polo del mundo. El país domina este deporte desde hace más de 70 años, y tiene a casi todos los mejores jugadores. Nada de príncipes británicos; el mejor jugador del mundo es Adolfo Cambiaso. Aquí se pueden consultar las actividades relacionadas con dicho deporte que se celebran en todo el país.

4. Partido de pato

Para deporte raro, este que originalmente jugaban a caballo los gauchos. Es similar al polo pero se jugaba con una bolsa de cuero con un pato vivo encerrado dentro; afortunadamente, el pobre animal ha sido sustituido por una pelota con asas de cuero, y los jugadores ya no corren peligro en lo que antaño fue un juego muy violento. Los partidos y torneos de pato suelen tener lugar a 30 km de Buenos Aires, en el Campo Argentino de Pato.

5. Restaurantes a puerta cerrada

El menú es fijo, la hora también y no se sabe la dirección hasta que se reserva. ¿Por qué tendrán tanto éxito? En Buenos Aires se han puesto de moda los restaurantes a “puertas cerradas”. Son locales que solo abren un par de días a la semana, tienen las mesas reservadas y el precio suele ser fijo (y solo aceptan efectivo). Carecen de rótulo y hay que llamar al timbre para entrar; incluso no proporcionan la dirección del local hasta que se concreta la reserva por teléfono (indispensable). La sensación de “descubrir” una joya fuera de los circuitos turísticos y de probar algunas de las mejores cocinas de la ciudad los convierten en toda una experiencia.

Existen dos tipos de puertas cerradas. En uno de ellos se cena en la casa del chef, por lo general en torno a una larga mesa comunitaria; es ideal para conocer gente, a menudo viajeros interesantes o expatriados, y resulta estupendo para quienes viajan solos. En el otro, el ambiente semeja más a un restaurante convencional y hay mesas separadas, pero solo se puede ir con reserva. Muchos de los restaurantes a puertas cerradas están en el barrio de Palermo.

6. Museo de la Policía Federal

Solo aquí es posible ver una exposición sobre peleas de gallos, drogas y víctimas de asesinato descuartizadas. En este peculiar museo se exponen uniformes y medallas, así como objetos relacionados con “actividades ilegales” (juego y peleas de gallos), con el mundo de la droga (p. ej., un brazo falso con una aguja clavada) e incluso un perro policía disecado.

7. Circuitos para todos los públicos

Para los fumadores, para los que montan en bici, para los que pintan paredes, para los que comen carne, para los que bailan.... como el famoso anuncio (con acento argentino, por supuesto), en Buenos Aires presumen de ofrecer los más originales circuitos guiados para ver otras caras de la ciudad, muy diferentes a la meramente turística. Estos son algunos:

  • Para pedalear  Biking Buenos Aires: Ofrece pedalear por carriles-bici y por los parques de Palermo para conocer a fondo la ciudad.
  • Para pintar paredes  Graffitimundo: Propone ver Buenos Aires a través de su colorido y dinámico arte callejero.
  • Para sacar la cámara  Foto Ruta: Un singular circuito autoguiado a base de fotografiar pistas por los barrios de BA.
  • Para hacerse el “macho”  The Man Tour: Un circuito solo para “hombres muy hombres”, que incluye fumar un puro, afeitarse con navaja y comprar un sombrero hecho a mano. 
  • Para viajeros gourmet  Parrilla Tour: Si estás harto de los restaurantes turísticos, Parrilla Tour propone explorar parrillas (asadores) fuera de los circuitos turísticos y aprender sobre la cultura y gastronomía de Argentina.
  • Para bailar  Narrative Tango Tour: Conocer el tango mediante clases, milongas y espectáculos.
  • Para correr  Urban Running Tour: una propuesta cada vez con más adeptos es correr por BA con un guía; se adaptan al ritmo de cada cual.

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