Explorando la sugerente Sìchuān, la tierra de los cuatro (四) ríos (川)
La capital de Sìchuān se ha convertido en una ciudad moderna llena de arte y diseño interesantes, están en marcha nuevas líneas ferroviarias a los puntos más remotos del interior de la provincia, incluida una nueva línea en el ‘techo del mundo’ que transportará viajeros al Tíbet, y, además, volvió a abrir uno de los parques nacionales más preciados de China tras recuperarse el año pasado de un devastador terremoto.
Sìchuān es famosa por sus granos de pimienta y sus chiles picantes, que dejan la lengua entumecida, China © HelloRF Zcool / Shutterstock
Que el viajero prepare el paladar para la pimienta picante, porque ha llegado el momento de visitar la provincia más ‘china’ de China.
1. Chéngdū: una ciudad antigua y moderna
Chéngdū, la capital, es el centro de una de las cuatro grandes cocinas regionales de China, con especias potentes y pimienta tan fuerte que saborearla le cambia a uno la expresión. Quizá esto explique las famosas óperas de la ciudad, cuyos actores escupen fuego y cambian de rostro, como en una metáfora de la increíble gastronomía de la región.
Marco Polo mencionaba el puente Anshun de Chéngdū en sus textos sobre China del s. XIII © Nick Wonnell / Shutterstock
Pero más allá de los templos antiguos de Chéngdū y sus teterías centenarias hay una cultura moderna y avanzada que gana adeptos entre los viajeros: hoteles de diseño chic, locales nocturnos de moda, y cervecerías creativas, además de un montón de museos que exponen reliquias del pasado de Sìchuān con originalidad y espacios modernos que muestran la obra de artistas locales y nacionales.
2. Los pandas de los bosques de Sìchuān
La Giant Panda Breeding Research Base de Chéngdū, una operación de conservación de especies ex situ que pretende reintroducir a esta especie, es sin duda el mejor lugar del mundo para ver de cerca a los osos panda, pero no es la única opción de Sìchuān. En las afueras de la ciudad de Ya'an, 150 km al oeste de Chéngdū, la Bifengxia Panda Base ofrece un ambiente más natural: hay que atravesar un desfiladero boscoso, pasando ante cascadas y reliquias culturales, para ver a un pequeño grupo de pandas en un agradable bosque típico del centro y el sur de Sìchuān.
Los numerosos centros de cría y reservas naturales de Sìchuān hacen de esta provincia uno de los mejores lugares de China para ver pandas © Akkharat Jarusilawong / Shutterstock
3. En las montañas de Sìchuān
Adentrándose en el oeste o en el norte de Sìchuān, las tierras llanas de la cuenca de Chéngdū dan paso a las estribaciones de la meseta tibetana. Los parques nacionales realzan los enclaves más panorámicos, con los destacados lagos cerúleos del Jiuzhaigou National Park y sus grandes cascadas, abierto a los turistas, aunque en grupos reducidos, después de que, en el 2017, un terremoto resquebrajara el norte de Sìchuān, obligando al parque a cerrar durante meses.
Más al oeste, tres valles serenos del Four Sisters Mountain National Park ofrecen excursiones por senderos de tierra a la sombra de cuatro picos elevados frente a glaciares y lagos remotos.
La serena Yading Nature Reserve combina el impresionante paisaje de Sìchuān y la espiritualidad budista, China © Monpisut Varaganont / Shutterstock
Y en el extremo suroeste de la provincia, la Yàdīng Nature Reserve se ha renovado como un paraíso que combina templos y cultura tibetanos con rutas excursionistas de uno a cuatro días entre naturaleza prístina ajena al desarrollo moderno.
4. Explorar la cultura tibetana en Kham
Una nueva línea de tren Tibet-Sìchuān conectará Chéngdū y Lhasa en solo 15 horas en el 2025. Los viajeros que no deseen lidiar con el permiso y las restricciones (y gastos) de la agencia de viajes para visitar el Tíbet pueden ir a Sìchuān occidental, que más o menos se corresponde con Kham, una de las tres provincias histórico/culturales tradicionales del Tibet.
Las rutas más épicas de China en tren de alta velocidad
Unos 10 000 monjes viven en el monasterio budista tibetano de Yarchen Gar, en la prefectura de Garzi, en Sìchuān occidental, China © DavidWebb / Shutterstock
Esta zona alberga un monasterio y una imprenta con 200 años de historia en la ciudad de Dege. Unos 40 000 monjes viven en la Larung Gar Buddhist Academy de Sed y otros 10 000 monjes y monjas viven en la Yarchen Gar Buddhist Academy. Pintorescos pueblos-monasterio de montaña como Langmusi y Garze también son ideales para descubrir la cultura y la religión tibetanas, o para explorar la campiña que los rodea. Sìchuān es una de las mejores opciones que hay en toda China para pasear libremente por áreas culturales tibetanas.
5. Lugares sagrados de la cuenca de Chéngdū
Son varios los enclaves religiosos próximos a Chéngdū que permiten huir del ajetreo de la ciudad y contemplar la diversa historia de China. Lè Shān es la sede del famoso Gran Buda, de 71 m de altura, tallado en un acantilado para apaciguar las indómitas aguas de tres grandes ríos que allí convergen. La zona atrae peregrinos de todo el país, que se maravillan ante este imponente Buda por tierra y en barco.
La cima del Emei Shan, uno de los cuatro montes más sagrados de China © M.A.Cynthia / Shutterstock
Otros suben al Emei Shan por senderos entre bosques serenos (o en rápidos ascensos en teleférico) que pasan por templos del s. IX hasta el pico Jinding, de 3099 m. Si se madruga se puede contemplar un fenómeno solar conocido como ‘el halo de Buda’, por el cual la luz del amanecer se refleja en las nubes creando un efecto místico que hace que se vean personas deslizándose por el cielo.
Los mejores amaneceres y puestas de sol
El punto de interés taoísta más destacado de Sìchuān es Qingcheng Shan. Este recinto montañoso de templos antiguos y bosques brumosos está considerado la cuna de esta religión tradicional china. Hasta allí peregrinan sus seguidores desde hace más de 2000 años para pasar los días viviendo en monasterios y meditando sobre la belleza de la región.
6. Antiguas ciudades ribereñas
Las históricas ciudades ribereñas de Sìchuān son perfectas para relajarse. Situadas principalmente a lo largo de la 'Ruta del Té y los Caballos', una histórica ruta comercial entre Tíbet y Sìchuān (a veces conocida como la Ruta de la Seda del sur), son lugares tranquilos que ofrecen una bonita combinación de ocio de pueblo pequeño, arquitectura histórica y campiña bucólica.
La histórica y apacible Langzhong es un buen sitio para descubrir la antigua cultura y literatura china © Meiqianbao / Shutterstock
Las teterías ribereñas y una red de agradables senderos para pasear son las grandes bazas de Liujiang. Las pensiones-boutique y la arquitectura Qing restaurada, además de conexiones históricas con el Romance de los tres reinos (una de las sagas literarias más importantes de China), hacen de Langzhong una gran escapada. Con el fácil acceso gracias a un rápido autobús directo desde Chéngdū, Pingle es la visita más práctica. Pero no importa qué pueblo se elija, todos ellos son excelentes opciones para relajarse después de vivir las experiencias más diversas de China en Sìchuān.