Estamos en agosto. Los turistas lo invaden todo y parece imposible que queden en la Tierra lugares vírgenes. Pero si buscamos, incluso en los países más turísticos del mundo, quedan oportunidades para hacer un viaje fuera de circuito. Estas son tres propuestas para descubrir la otra cara de tres países muy turísticos (Croacia, Turquía y Francia) con nuestras nuevas guías en la mano.
1. Francia, fuera de circuito
Proponemos dejar atrás París, las abigarradas playas de la Costa Azul o los populares castillos del Loira y descubrir una región tradicional como el Lemosín (departamentos del Alto Vienne, Creuse y Corrèze), salpicada de granjas y aldeas ocultas y con un conjunto de tesoros arquitectónicos medievales en Limoges, su centro principal. Se trata de una región hecha a medida para caminantes y ciclistas, y si gusta la naturaleza, hay dos grandes parques naturales imprescindibles: el de Millevaches, al este, o el de Perigord-Limousin. Una experiencia original es explorar la región a través de sus pintorescos canales y ríos, en piragua, en kayak o en una tradicional gabarra. Para los amantes de la hípica la cita es Arnac-Pompadour donde se pueden visitar los establos y el magnífico castillo de una de las primeras caballerizas de Francia.
2. Croacia, fuera de circuito
En Croacia, después de visitar Duvrovnik, las islas y playas de Dalmacia, la elegante Zagreb o la histórica Split de Diocleciano todavía queda un inmenso país por descubrir. Si no se desea encontrar turistas, hay que ir al norte, a la bucólica región de Zagorje, no muy lejos de Zagreb. Allí se encontrarán pueblos encantadores salpicando las suaves colinas, castillos medievales, extensos viñedos y fuentes termales. Sus frondosos paisajes y su gastronomía y arquitectura de influencia austriaca, por no hablar de sus precios, son una buena alternativa a la costa mediterránea y al sur. Tranquilidad, turismo local y mucho por descubrir: por ejemplo, disfrutar con la arquitectura barroca increíblemente conservada de Varazdin, conocer cómo vivía la nobleza croata en el castillo de Trakoskan , experimentar la vida rural tradicional en el Museo Staro Selo de Kumrovec, ir a la cuna de los neandertales en el Museo Neandertal de Krapina o recorrer los viñedos de la región de Medimurje, al norte de Varazdin. Y todo, prácticamente en soledad.
3. Turquía, fuera de circuito
Estambul ya no tiene secretos para el buen viajero, ni la costa turca del Mediterráneo y del Egeo o la popular Capadocia. Proponemos explorar la parte menos conocida de Turquía: el noreste de Anatolia (en torno a Eruzum y Kars) que, a pesar de sus muchos atractivos, sigue siendo una gran sorpresa incluso para muchos turcos. Aquí no hay autocares de turistas y cada rincón será una sorpresa: paisajes extraordinariamente variados, desde escarpados desfiladeros y estepas infinitas hasta majestuosas montañas y pastos a grandes altitudes. Es zona de senderismo (hay que ir al monte Ararat y a las Kaçkar), de rafting en aguas bravas y de esquí. El Parque Nacional Karagöl Sahara es perfecto para descubrir pintorescos pueblos entre bellos bosques alpinos. Para los que prefieran la cultura, lo más destacado son las sobrecogedoras ruinas de Ani y el palacio Ishak Pasa, pero también hay otros muchos tesoros ocultos en forma de palacios, castillos, iglesias georgianas o aislados monumentos armenios.