Jamaica

Texto por
Sheri-Kae McLeod, autora de Lonely Planet
Floyd’s Pelican Bar.
©Paul Piebinga/Getty Images

Por qué visitar Jamaica
 
La pequeña pero poderosa Jamaica es uno de los destinos más populares del Caribe y tiene mucha fuerza. Sus habitantes autóctonos, los taíno, la llamaron Xaymaca, que significa «tierra de bosques y agua», una descripción lírica que evoca las bellas playas de arena blanca, los espectaculares picos montañosos, las cascadas y los ríos de la isla. A pesar de ser uno de los países más grandes del Caribe, Jamaica es bastante fácil de explorar, ya que sus puntos de interés y sus atracciones se agrupan unos cerca de otros. Aparte de sus espléndidos paisajes, la cultura jamaicana y la amabilidad de sus habitantes hacen que la visita sea inolvidable. La comida, la música y la alegría contagiosa de los jamaicanos crean recuerdos imborrables en el viajero.

Cuándo ir

Temporada media (abr-may y oct-med dic)

  • En primavera hay grandes ofertas de alojamiento.
  • Verano es la mejor época para asistir a festivales y gozar del buen tiempo.
  • En otoño hay menos gentío, abren menos hoteles y el tiempo es más fresco. 

 

 

Presupuesto diario

  • Habitación doble en hotel de precio medio: 80-200 €
  • Cena en un restaurante local: 20-45 €
  • Entrada a un museo: 15-25 €
  • Copa de vino: 9 € 
  • Pinta de cerveza: 7 €

 

Itinerarios perfectos

Cómo pasar 4 días en Jamaica


 
Día 1: Lo mejor de Kingston
Mañana

Kingston es la capital de Jamaica y el centro de la actividad comercial. Se halla en el extremo este de la isla, pero tiene conexiones sencillas con cualquier punto del país, por lo cual es el lugar perfecto para comenzar el viaje. Es buena idea alojarse en el céntrico R Hotel, donde casi todas las habitaciones ofrecen impresionantes vistas de la ciudad. Las tarifas oscilan entre 150 y 300 €/noche, con desayuno incluido.
 
El primer día empieza con la visita a la atracción turística más popular de Kingston: el Bob Marley Museum, en Hope Rd, a 5 min en taxi del hotel. La antigua casa del rey del reggae también funciona como estudio de grabación, y se convirtió en museo tras la muerte del artista en 1981. Los visitantes pueden ver objetos personales de la superestrella más famosa de Jamaica, incluidos su vieja guitarra, su ropa y sus discos. Se ofrecen circuitos guiados por la casa y el estudio (75 min, adultos 25 €). También hay un teatro, una galería de fotos, una tienda de discos, una tienda de regalos y una cafetería.

 

Almuerzo

Tras visitar los dominios de Marley, se va a almorzar a Devon House, a un corto trayecto en taxi (10 min; 3 €). Es una finca grande que alberga la mansión del primer millonario negro de Jamaica, George Stiebel; no hay que pagar entrada, por lo que es un lugar popular para las familias. El recinto contiene varias tiendas y restaurantes, incluida la famosa Devon House Bakery, cuyas famosas empanadas atraen a multitud de lugareños a la hora de comer. Este manjar horneado es omnipresente en Jamaica, pero Devon House es el único sitio de Kingston donde las sirven rellenas de langosta (exquisita) y akí (la fruta nacional de Jamaica). De postre, hay que probar los popularísimos helados de Scoops, con sabores tan singulares como la guanábana y el café Blue Mountain.

Costa de Kingston, capital de Jamaica. ©Lechmoore Simms/500px

Costa de Kingston, capital de Jamaica. ©Lechmoore Simms/500px

 

Tarde

A continuación se visita la enorme mansión, que es patrimonio nacional. Se ofrecen circuitos guiados (30 min, adultos a partir de 15€) que cuentan la historia de la mansión y sus ocupantes. 
 
La tarde se completa con una visita al Artisan Village del recinto. Ya sea mirando escaparates o buscando artesanía jamaicana única, seguro que se encuentra algo que llame la atención: The Commissary ofrece deliciosos productos gastronómicos jamaicanos, Rosie’s Crystal Gallery vende joyas hechas con piedras preciosas y cristales, y Gimi Cool Cottons cuenta con una selección de prendas cómodas y muy llevables. Si después apetece relajarse un poco, se aconseja el Spa at Devon House by Island Rituals.

 

Noche

Quizá la mejor manera de sumergirse en la mundialmente famosa creatividad Jamaica sea visitar la National Gallery of Jamaica. A un trayecto de 20 min en taxi desde Devon House, esta galería alberga pinturas, esculturas y otras obras de arte de artistas jamaicanos famosos, además de exposiciones temporales, muchas de ellas sobre artistas internacionales. La entrada al museo cuesta 2,70 € y permite visitar las salas por cuenta propia, aunque se ofrecen circuitos guiados.
 
El día termina con una cena en Gloria’s, a unas pocas manzanas de la galería, que sirve el pescado y marisco más sabroso de Kingston (destaca el apetitoso escabeche).Tiene vistas al puerto de Kingston y es ideal para ver la puesta del sol. No hay que alarmarse si se ve muchachos lanzándose al agua, pues es una forma habitual de divertirse. 

 

Día 2: La belleza natural de la Jamaica rural
Mañana

Los espectaculares paisajes y atracciones naturales de Jamaica se hallan en las afueras de sus bulliciosas ciudades. Portland, uno de los pocos sitios de Jamaica ajenos al turismo de masas, ofrece una bonita introducción a la belleza de la isla. El segundo día puede empezar con una excursión a la Blue Lagoon, a poco menos de 2 h en taxi desde Kingston (unos 120 €/2 personas). Impresionante y serena, esta laguna tiene unos 60 m de profundidad y en ella se han rodado varias películas, incluida El lago azul (1980). Visitarla es gratis, aunque, si no se sabe nadar o si apetece explorarla entera, se puede contratar un circuito en barco por 30 €.

 

Almuerzo

Después de nadar un poco, se toma un taxi para ir a comer a Boston. El estilo jerk de cocinar la carne lo inventaron los cimarrones de la Parroquia de Portland en el s. XVII. Hoy muchos descendientes de aquella comunidad regentan puestos jerk en Portland que ofrecen los platos jerk más deliciosos y auténticos del mundo. Aparte del típico pollo jerk, también sirven cerdo jerk, pescado jerk, langosta jerk e incluso conejo jerk.

Bañista en el Blue Lagoon. ©ajlatan/Shutterstock

Bañista en el Blue Lagoon. ©ajlatan/Shutterstock

 

Tarde

Por la tarde se cubre un trayecto en taxi de 1 h hasta el río Grande. En lugar de barcos, los jamaicanos usan balsas de bambú para desplazarse por los ríos, cada una de ellas guiada por un experto capitán (quien popularizó el rafting en Jamaica fue el actor estadounidense Errol Flynn, que vivió en Portland en la década de 1950). Se puede escoger entre un descenso de 1 o 3 h (80 €/2 adultos). En el recinto Rafter’s Rest, en la desembocadura del río, uno puede relajarse en el restaurante-bar tras la aventura y comprar algún recuerdo en la tienda.

 

Noche

Después de la aventura se toma otro taxi para ir a cenar a Port Antonio. Probablemente el restaurante más popular de la ciudad es Roots 21 Bar and Kitchen, que atrae a lugareños y turistas por igual gracias a su ricos pescados y mariscos, pastas y platos tradicionales jamaicanos (el rabo de buey a la brasa es una delicia). Desde el comedor del piso superior se puede ver ponerse el sol antes de regresar a Kingston.

 

Día 3: Aventuras en Ocho Ríos
Mañana

La atracciones más populares de Jamaica están situadas en la costa norte, sobre todo en el turístico Ocho Ríos. Un viaje a Jamaica no está completo sin una visita a «Ochi», así que el tercer día se dedica a explorar lo mejor de esta animada ciudad. El excelente sistema de transporte público de Knutsford Express ofrece varios trayectos diarios (75 min) entre Kingston y Ocho Ríos (ida y vuelta desde 30-40 €). 
 
Primero se visitan las cascadas del río Dunn, una de las atracciones turísticas más famosas de la isla (adultos/niños 25/17 €). Con 55 m de altura, estas enormes cascadas cuentan con escalones naturales (muy resbaladizos) por los que todo el mundo quiere subir. Llegar hasta arriba es todo un logro; si hace falta un poco de ayuda, hay guías para echar una mano.

Río Dunn cerca de Ocho Ríos. ©Mark Newman/Getty Images

Río Dunn cerca de Ocho Ríos. ©Mark Newman/Getty Images

 

Almuerzo

Tras abrir el apetito en las cascadas, se toma un taxi para cubrir el trayecto de 5 min hasta Ocho Rios Fishing Village, punto de encuentro de los lugareños amantes del mar. Allí los pescadores venden pescado fresco a los propietarios de restaurantes. En la parte de arriba se halla Lobster Dave’s Seafood Restaurant, que sirve generosas raciones de marisco, especialmente langostas irresistibles, y tiene vistas espectaculares del mar.

 

Tarde

Tras digerir bien la comida, se pone rumbo a una tarde de aventuras en Mystic Mountain. Atracciones como el telesilla Sky Explorer, las tirolinas y un circuito de cuerdas brindan la oportunidad de recorrer las montañas y gozar de vistas aéreas de Ocho Ríos. La actividad más popular es el bobsled, la versión tropical del famoso deporte de invierno, que lanza a los más intrépidos montaña abajo por una pista sinuosa. Hay varios tipos de entrada (adultos desde 49 €) al parque.

 

Noche

Al anochecer se toma otro taxi hasta Plantation Smokehouse (20 min), uno de los sitios más populares de la ciudad, con comida y bebida excelentes y un ambiente muy alegre. Si el viajero tiene la suerte de encontrarse allí un viernes por la noche, disfrutará de una banda de música que anima a la clientela hasta la hora del cierre.

 

Día 4: Explorar la costa sur
Mañana

El cuarto día se dedica a explorar la costa sur de Jamaica, lo cual permite apreciar mejor la belleza rural de la isla. La primera parada es Appleton Rum Estate, en la Parroquia de Saint Elizabeth. Se halla a más de 2 h de Kingston (conviene desayunar antes de partir), por lo que hay que contratar los servicios de un taxi (unos 150 €/2 pasajeros). Appleton, la finca azucarera más antigua y más famosa de Jamaica produce un premiadísimo ron que es uno de los más buscados de la isla. La finca ofrece circuitos (90 min, 39 €) que incluyen visitas a la destilería y a la casa donde se elabora el ron añejo para conocer todo el proceso, y terminan con una cata de ron.

 

Almuerzo

Al terminar el circuito se toma un taxi hacia Black River, la capital de Saint Elizabeth, a unos 40 min en coche (30 €/2 personas). Sin embargo, para llegar al próximo destino hará falta otro tipo de transporte: Floyd’s Pelican Bar es una cabaña rústica en medio del océano situada a 25 min en barco desde Black River (adultos 20 €). Irónicamente, la poco convencional ubicación de este bar hace que sea muy popular, sobre todo entre turistas y amantes de la aventura. Muchos visitantes van hasta allí a tomar el sol, nadar e incluso pescar su propio pescado y marisco: la carta del bar incluye, como cabe esperar, langosta, pescado y otros productos frescos. Hay que llevar dinero en efectivo: 150 € deberían cubrir la comida, las copas y el trayecto de ida y vuelta en barco.

Costa de Treasure Beach. ©narvikk/Getty Images

Costa de Treasure Beach. ©narvikk/Getty Images

 

Tarde

Desde Pelican Bar se va en barco a Treasure Beach (adultos 25 €), un tramo de playa de casi 10 km, con arena blanca y negra. Lugar de trabajo y de encuentro para los lugareños de la zona, la mayoría de los cuales son pescadores y propietarios de pequeños negocios, Treasure Beach cuenta con cuatro puntos principales. Frenchman's Bay y Calabash Bay son perfectas para nadar y tomar el sol, mientras que Billy’s Bay y Great Bay son más populares entre los aficionados al esnórquel. La playa puede ser rocosa y las olas a veces se agitan; si uno se queda en la orilla siempre podrá charlar con grupos de simpáticos pescadores que tienen restaurantes por la zona.

 

Noche

Al anochecer se va a cenar a Jack Sprat en Jake’s, el hotel más popular de Treasure Beach. La carta incluye pescado y marisco fresquísimo, además de pizzas y helados. Siempre se respira muy buen ambiente y al caer la noche los comensales se entretienen ante las hogueras de la playa. Es el sitio ideal para relajarse antes de regresar al bullicio y el ajetreo de Kingston.

 

El autor

Sheri-Kae McLeod

Hace más de siete años que escribo sobre viajes, sobre todo de destinos caribeños. Soy lo que en Jamaica llaman «turista de secano»: alguien que vive en Jamaica y se pasa el tiempo explorando la isla. Aunque me encanta visitar países nuevos, no hay lugar que me guste más explorar que mi isla natal. 
 
Instagram: @shaaeex

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