Los mejores lugares del mundo para besarse

The Meeting Place, Londres, Inglaterra
DAVID HOLT - Flickr

7 citas viajeras para el día de los enamorados

Enamorados del mundo, he aquí algunos de los mejores lugares para enamorarse o para sellar el amor con un beso apasionado. Tumbas legendarias de amantes, palacios construidos solo por amor, plazas en las que han escrito grandes poemas amorosos, callejones románticos o candados y besos en forma de estatua que sellan promesas eternas de amor.

Estos son algunos de los lugares del mundo que más invitan a besarse, en el día de los enamorados o en cualquier otro momento:

1. La tumba de Abelardo y Eloísa (París, Francia)

París, cementerio Pére-Lachaise © ho visto nina volare / www.flickr.com/photos/41099823@N00/14319620309 Cripta de Abelardo y Eloísa, cementerio Pére-Lachaise © ho visto nina volare / www.flickr.com/photos/41099823@N00/14319620309

Elegir el lugar más romántico en la ciudad más romántica del mundo no es una tarea fácil, pero la tumba de los amantes medievales Abelardo y Eloísa, los desventurados héroes de la historia de amor más antigua de París, añade un reclamo histórico: es la historia de un romance de trágicas consecuencias. Al ser descubiertos, Abelardo fue castrado y Eloísa, enviada a un convento. Ahora descansan juntos en el cementerio de Pére-Lachaise, al lado de Proust, Oscar Wilde, Jim Morrison y otros queridos difuntos. Un mapa del camposanto ayuda a encontrarlos y dejar una carta junto a su cripta, tradición imprescindible para que uno llegue a conocer a su alma gemela.

Pére-Lachaise está en el XX arrondissement de París, cerca de las estaciones de metro Philippe Auguste, Pére-Lachaise y Gambetta. 

2. Plaza de los Coches (Cartagena de Indias, Colombia)

Colombia, plaza de los Coches © jipe7 / www.flickr.com/photos/98991891@N08/17316126832 Plaza de los Coches © jipe7 / www.flickr.com/photos/98991891@N08/17316126832

La antigua ciudad amurallada colombiana es una madriguera en tonos pastel llena de mansiones coloniales, balcones de forja y torres elegantes. Un escenario precioso que sirvió en el 2008 de telón de fondo para la adaptación de El amor en los tiempos del cólera, la alegoría amorosa de Gabriel García Márquez; aunque la ciudad no aparece en la novela, el escritor siempre la tuvo en mente. La plaza de los Coches se convirtió en “el portal de los escribanos”, donde el protagonista escribe poemas de amor, y es que cualquiera se sentiría inspirado por las casas y los carros de caballos de este espacio porticado. 

3. Taj Mahal (Agra, India)

Taj Mahal, India © Gaurang Bhatt / Lonely Planet Taj Mahal © Gaurang Bhatt / Lonely Planet

El monumento al amor más grandioso, o la expresión romántica más extravagante, el Taj Mahal, fue la traducción en mármol de la pasión de un hombre por su esposa. Cuando Mumtaz Mahal murió al dar a luz, su esposo Shah prometió construirle la tumba más bonita jamás vista. Tras 22 años, en 1653, cumplió su promesa, y en la actualidad el Taj sigue igual de magnífico. Se aconseja ir al amanecer, cuando un brillo rosado caldea sus muros blancos y delicados y se aprecia mejor la maestría de los mosaicos con incrustaciones y la preciosa simetría de las cúpulas y los minaretes. Sin duda, Mumtaz estaría orgullosa. 

4. Playa de Afrodita (Chipre)

Chipre, playa de Afrodita © Rum Bucolic Ape / www.flickr.com/photos/paulmccoubrie/10730247336 Playa de Afrodita © Rum Bucolic Ape / www.flickr.com/photos/paulmccoubrie/10730247336

Comulga con la diosa del amor, pues, según la leyenda, la deidad griega emergió de las espumas de Petra tou Romiou, la playa de Afrodita, en una concha de vieira, azotada por el céfiro, tras formarse en el mar a raíz de las partes íntimas amputadas a Urano. Es verosímil que esta arena acogiera a una diosa, porque la playa, entre Lemesos y Pafos, es una preciosidad, con olas mediterráneas azul turquesa que acarician peñas apartadas y un tramo de orilla virgen. Lo mejor es llevarse algo de comer, remojarse un poco y brindar al sol por Afrodita, la primera dama de Chipre, en su residencia espiritual. 

5. Callejón del Beso (Guanajuato, México)

Guanajuato, callejón del Beso © Lin Mei / www.flickr.com/photos/leomei/3084222682 Callejón del Beso © Lin Mei / www.flickr.com/photos/leomei/3084222682

Entre el encanto colonial y las catacumbas de momias de Guanajuato, hoy protegidos por la Unesco, tuvo lugar una trágica historia. Sobre el angosto callejón del Beso, dos balcones se rozan, uno frente a otro. Allí, la hija de un aristócrata español, obligada por su progenitor a casarse con un noble, alcanzaba la mano de su verdadero amor, un chico pobre que vivía enfrente. La cosa, claro, acabó mal: su padre la pilló y le hundió una daga en el corazón. En la actualidad, las parejas intercambian besos bajo esos desafortunados salientes para garantizarse 15 años de felicidad (si no se besan, sufrirán 7 años de dolor). 

6. The Meeting Place (Londres, Inglaterra)

Londres, The Meeting Place © Matt Biddulph / www.flickr.com/photos/mbiddulph/3730148868 The Meeting Place, estación de St Pancras © Matt Biddulph / www.flickr.com/photos/mbiddulph/3730148868

En plena estación de St Pancras, es imposible no ver el apasionado beso de una pareja de 9 m de alto bajo el reloj de la estación (réplica del original del s. XIX). The Meeting Place (“El punto de encuentro”), los tortolitos de bronce del artista James Day, resume el romanticismo de un viaje en tren, y de esta terminal en particular. St Pancras quedó casi desahuciada en la década de 1960, pese a su gran fachada neogótica y a su enorme sala de andenes. Ya restaurada, hoy alberga la flota del Eurostar, el tren que cruza a Francia. Junto a este gran abrazo se siente la emoción del reencuentro, pero también la tentadora perspectiva de un continente que saluda desde el otro lado. 

7. La casa de Julieta (Verona, Italia)

Verona, casa de Julieta © vavva_92 / www.flickr.com/photos/30528709@N07/4465929831 Casa de Julieta © vavva_92 / www.flickr.com/photos/30528709@N07/4465929831

La casa de Julieta es romántica por definición, pero también por su ambiente, aunque se llene de turistas impacientes por tener su momento en el legendario saliente. Este prominente balcón, que pudiera estar ligado a Julieta (o no), que quizá existió (o no), está adosado a una casa humilde del s. XIII (supuestamente un burdel en el pasado) y hoy aparece lleno de pintadas amorosas. La entrada al patio de la casa de Julieta es gratis, pero se cobra por asomarse al balcón.

Para obtener una impresión más relajada de la ciudad que vio nacer a los desventurados amantes de Shakespeare, conviene subir a la torre de Lamberti, bajo la cual se despliegan callejones, al antiguo anfiteatro y los puentes y meandros del río Adigio: puro romanticismo.

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