La Oktoberfest es un evento apasionante para conocer la cultura bávara, pero también puede resultar abrumador y difícil de manejar para los no iniciados, sobre todo después de unos cuantos litros de Löwenbräu.
Que no cunda el pánico, porque este artículo cuenta todo lo que hay que saber.
Un poco de historia: desde 1810
La Oktoberfest comenzó en 1810 como una serie de carreras de caballos en honor de la boda del príncipe heredero Luis y la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen. Tuvo tanto éxito que se convirtió en un evento anual, y cada año incluía más y más actividades, pero no fue hasta finales del s. XIX que se empezaron a servir salchichas y cerveza. Hoy la enorme oferta de barriles de cerveza y bocados de charcutería son lo más identificativo del evento, junto a los trajes tradicionales bávaros.
Jarras de cerveza gigantes inundan la Oktoberfest © rawf8 / Shutterstock
La atracción principal de la fiesta: el alcohol
Lo primero que cabe destacar es el descomunal volumen de alcohol; cada día se sirven casi 7 millones de litros de cerveza y 95 000 litros de vino. Camareras ataviadas con el tradicional Dirndl y camareros en Lederhosen sirven jarras de cerveza gigantes rebosantes de espuma, llamadas Masskruege, a los sedientos asistentes. Incluso un gesto tan simple como este resulta todo un espectáculo, ya que a veces los camareros (¡y las camareras!) cargan con una cantidad increíble de jarras a la vez: el vigente récord mundial son 26 Masskrug llenas.
La preparación es clave: la comida
El segundo punto fuerte es la comida. Los bávaros suelen empezar el día en la Oktoberfest con una Weisswurst, una salchicha blanca elaborada con carne de ternera y panceta. El almuerzo puede consistir en medio pollo asado (Hendl), codillo de cerdo asado y bañado en salsa de tipo gravy (Schweinhaxen), o más salchichas. A lo largo del día los visitantes que quieran comer para amortiguar el consumo de alcohol pueden saborear ricos tentempiés: pretzels, almendras tostadas o el tradicional Kaiserschmarrn, unas crepes gruesas cortadas a tiras.
Especialidades bávaras en la Oktoberfest © Luisa Fumi / Shutterstock
Si después de tanta cerveza y tanta comida el viajero todavía tiene ánimo para moverse, el festival ofrece varias atracciones de feria, espectáculos de música tradicional bávara, funciones de marionetas y varios desfiles. Los asistentes habituales tienen la tradición de lanzarse rodando ebrios desde lo alto de una gran colina; quien quiera participar, que lo haga por su cuenta y riesgo.
Una banda en acción durante el desfile inaugural de la fiesta © Jesus Fernandez / Shutterstock
La etiqueta de la Oktoberfest: consejos de los lugareños
Para no quedar, hablando mal, como el Arsch la primera vez que se visita la Oktoberfest, conviene seguir estos consejos de lugareños y visitantes habituales:
Qué hacer en la Oktoberfest:
- Vestir adecuadamente. No es obligatorio ponerse los Lederhosen o el Dirndl, aunque si uno quiere meterse de lleno en el papel, hay que ir a por todas. Usar la ropa habitual no llama la atención, como tampoco la llama vestir los trajes tradicionales; pero si uno se presenta con un disfraz cutre de despedida de soltero, se arriesga a ofender a una buena parte de los asistentes al festival.
- Comer antes de empezar a beber. Con razón la comida que se sirve en los puestos es tan contundente y saciante: resulta difícil no perder la cuenta de las Masskruege de litro que se pueden llegar a beber.
- Reservar mesa. La experiencia será mucho más agradable y no habrá que esperar en las fatídicas y larguísimas colas.
- Buscar las entradas laterales de los puestos para evitar las colas. También habrá que esperar, pero quizá no tanto.
- Prestar atención a cómo se abrocha el Dirndl, porque existe un código histórico que rige la colocación del lazo: delante y a la derecha significa que la mujer que lo lleva está casada o en pareja; delante y a la izquierda significa que está soltera; y delante y en el centro es señal de virginidad; sí, esto es así a pesar de que estamos en el s. XXI.
- Llevar dinero en efectivo. Hay pocos cajeros automáticos y las colas son eternas, así que conviene llevar encima billetes y monedas. Cada cerveza cuesta unos 11 €.
- Estar dispuesto a escuchar “Angels” de Robbie Williams un montón de veces.
Brindemos: 'Prost' es ‘¡Salud!’ en alemán © Nikada / Getty Images
Qué no hacer en la Oktoberfest:
- No importa cuantas veces haya sonado “Angels”, no hay que subirse a la mesa; mejor no pasar al lado equivocado del cordón de seguridad de la Oktoberfest.
- Los Lebkuchenherzen (corazones de jengibre) son muy monos, pero si apetece comer algo dulce es mejor pedirse un Kaiserschmarrn, que está más rico.
- Los camareros no dan cambio. Trabajan a un ritmo muy frenético y lo que sobra del precio de la bebida se considera propina.
- Que nadie se duerma para reservar alojamiento: con una asistencia de siete millones de personas, los hoteles se llenan enseguida. El camping es otra opción, y también puede uno alojarse fuera de la ciudad e ir al festival en transporte público.
- Después de varias cervezas y varias salchichas, es mejor no montar en los autos de choque ni en las atracciones. Sobra decirlo, pero no es buena idea estar atado en un asiento a 10 metros de altura si la cerveza ingerida decide salir…
- No conducir. Aparcar es una pesadilla, y si la intención es catar las sabrosas cervezas de la región, después será imposible ponerse al volante.
- No sorprenderse si la gente de alrededor esnifa tabaco; es algo bastante común en Baviera y como no está permitido fumar en los puestos, resulta habitual ver gente esnifando.
Consejos prácticos sobre la Oktoberfest:
- Cuidado con la Kotzhügel. Esta zona con el ocurrente apodo de ‘colina de las vomitonas’ es donde la gente que se ha pasado bebiendo vacía las tripas…
- Mantener los objetos de valor controlados y los bolsillos cerrados. Como la mayoría de los grandes eventos públicos, la Oktoberfest puede atraer a carteristas.
- Por inverosímil que parezca, en la Oktoberfest no todo es beber cerveza. Es una celebración de la cultura bávara en la cual los extranjeros pueden aprender muchas cosas visitando varias atracciones y disfrutando del ambiente. También es una buena ocasión para ponerse al día con la cultura cervecera, hay varias opciones para descubrir el proceso de elaboración de la cerveza.
La gran celebración de la Oktoberfest en Múnich © FooTToo / Shutterstock
Cómo llegar a la Oktoberfest de Múnich
La Hauptbahnhof de Múnich, la estación central de trenes, está a un corto trayecto del lugar donde se celebra la Oktoberfest. Las estaciones de U-bahn (metro) más próximas son Theresienwiese y Schwanthalerhöhe. Si se va en coche, es buena idea aparcar en un Park & Ride o en un aparcamiento y usar el transporte público para desplazarse al festival.
Las maravillas de la Oktoberfest se han extendido por toda Alemania y por todo el mundo. La segunda mayor celebración de la Oktoberfest del planeta tiene lugar en Kitchener-Waterloo, Canadá. También hay eventos similares en Berlín, Hannover, Blumenau, Londres, Pretoria, y un sinfín de ciudades de Estados Unidos.
Y por último, y no menos importante, también es buena idea dedicar tiempo a ver algo más de Múnich, Baviera y la impresionante Selva Negra.
